Casa Real
Letizia: la Reina más que consorte
Sus más allegados aseguran que la mujer de Felipe VI concede una gran importancia a su agenda propia y lamenta que sean más noticia sus «looks» que su labor oficial
Sus más allegados aseguran que la mujer de Felipe VI concede una gran importancia a su agenda propia y lamenta que sean más noticia sus «looks» que su labor oficial
Desde aquel «déjame hablar a mí» que le espetó la entonces periodista Letizia Ortiz al aún Príncipe de Asturias cuando anunciaron públicamente su matrimonio, quedó patente que la elegida para ser sucesora de Doña Sofía iba a imprimir un nuevo estilo al papel de consorte. Pasar de dar la noticia a ser la noticia fue un cambio radical, y tuvo que acostumbrarse a su nuevo papel en cuestión de meses, para lo que su marido, en cambio, se «entrenó» desde la cuna. Esa necesidad de comunicar la sigue llevando en las venas, y la manifiesta del modo que le permite su condición; bien sea a través de sus «looks» o de sus discursos, en los que se percibe sin fisuras que son de su puño y letra. A pesar de que, según informan desde su círculo más cercano, a la Reina le molesta enormemente que la casi totalidad de las noticias respecto a ella tratan de sus modelos y no de la actividad que desempeña, a la mujer de Felipe VI le gusta arriesgar y marcar tendencia como un modo de dejar su sello. Por el contrario, la Reina Sofía se ha mantenido fiel al mismo peinado desde que se casó con Don Juan Carlos, y ha hecho de la discreción un modo de vida. Los estilismos de la Reina y sus peinados, llegan incluso a eclipsar los discursos de su marido, como sucedió en el reciente acto de Europa Press, en el que su coleta de «burbujas» al estilo de las actrices de Hollywood copó los titulares del papel «couché». Doña Letizia, que al igual que el Rey recibe un «dossier» informativo con las publicaciones dedicadas a la Familia Real, manda dentro de Zarzuela en las relaciones con los medios de comunicación, área de la que se ocupa el portavoz de la Casa, Jordi Gutiérrez. Esta implicación de la Reina tiene su lógica dada su propia experiencia en los canales informativos.
Doña Letizia ha seguido «el ejemplo impagable», como ella misma dijo, de la Reina Sofía en el ejercicio de sus funciones y, además de acompañar al Rey en los actos institucionales que se le requiera, desarrolla una agenda propia. Siguiendo la tradición monárquica, que establece dentro de sus prioridades como consorte el apoyo a la labor institucional del Rey y el cuidado de su familia, Doña Letizia le da mucha importancia a su trabajo independiente, enfocado hacia la Educación y la Sanidad, como las patologías poco frecuentes conocidas como «enfermedades raras». El bloqueo político interrumpió parte de esta actividad, y después de tres años de Reina sólo ha podido hacer un viaje de cooperación a Honduras. Para este año, Zarzuela trabaja en su próximo viaje a Senegal. Es en estos actos y viajes cuando a la Reina le gustaría que se hablase más de su labor que de los últimos zapatos que se ha comprado. La Reina mantiene una actividad constante en su agenda: si en el primer año desde la proclamación de Don Felipe llevó a cabo 113 actos, en el segundo, 100, y en este último, 117.
Uno de los objetivos de Don Felipe en su reinado es conectar con todos los sectores de la sociedad, y Doña Letizia se ha preocupado porque su marido no limite sus aficiones a su círculo de siempre. Son más que conocidas las salidas de los Reyes para ver películas en versión original, o probar la carta de restaurantes variados en los barrios céntricos de Madrid. Entre sus preferencias gastronómicas está la comida italiana y la comida exótica, libanesa y mexicana. La madre de la Princesa Leonor es muy urbana, y le encanta asistir a conciertos de música, entre los que destaca la música «indie» al estilo de The Killers, o también el grupo español Los Planetas. Los adeptos de Doña Letizia consideran que, entre los puntos positivos de la Reina de España, se encuentra el haber «hecho más humano al Rey».
Otro sello propio es lo cuidadosa que es con su vida personal, lo que Zarzuela ha pasado a denominar como «ámbito privado», en el que cualquier foco o pluma no es bienvenido. Así, en las vacaciones de verano acostumbran a hacer un viaje en familia del que no se informa a la prensa, como tampoco de las celebraciones familiares, como en la pasada comunión de la Infanta Sofía. A diferencia de otras Casas Reales que entienden que la condición se lleva encima los 365 días del año, la Reina se toma su papel como un trabajo que termina cuando lo hace la agenda oficial.
Doña Letizia está muy volcada en la educación de sus hijas, y las ha mantenido alejadas de los focos para que desarrollen una vida lo más normal posible como cualquier niño de su edad, aunque, sobre todo la Princesa de Asturias, cada vez va teniendo una presencia mayor para acostumbrarse y prepararse para lo que será su destino como heredera. No escatiman las voces críticas hacia esta actitud, que consideran que otros herederos, como el hijo de Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton, sí han estado «más visibles» desde pequeños.
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