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Llegan a Madrid los primeros refugiados reubicados desde Italia

Llegada al aeropuerto Adolfo Suarez de Madrid Barajas de los primeros refugiados procedentes de Siria.
Llegada al aeropuerto Adolfo Suarez de Madrid Barajas de los primeros refugiados procedentes de Siria.larazon

A última hora de ayer pisaron suelo español los primeros refugiados dentro del compromiso europeo para recolocar a miles de exiliados que han llegado a Grecia e Italia en el último año. El Ministerio del Interior informó de que se trata de doce refugiados, de los cuales cuatro son mujeres y el resto hombres, con nacionalidad eritrea (11 de ellos) y uno sirio. Volaron desde Roma y aterrizaron ayer sobre las nueve de la noche en el aeropuerto de Madrid en medio de fuertes medidas de seguridad. A partir de ahora serán ubicados en diferentes puntos de la geografía española. Según las primeras informaciones, gran parte de estos inmigrantes podrían instalarse en el País Vasco. Según el director de política familiar del Gobierno vasco, José Luis Madrazo, esta comunidad acogerá aproximadamente un millar de los 17.680 (14.931 asignados en septiembre más los 2.740 asignados en mayo) que se ha comprometido España a dar cobijo. La cantidad es la tercera más alta, detrás de Alemania (31.443) y Francia (24.031).

La nota de Interior decía que a partir de ahora varias organizaciones se harán cargo de ellos en diversos lugares del país «para atender sus primeras necesidades básicas, como es la cobertura sanitaria, la alimentación, la educación, la integración en nuestro país, es decir el aprendizaje del idioma, y la integración en el mercado laboral, de acuerdo con las directrices que va marcando la Unión Europea».

El total de exiliados que según el sistema de cuotas acordado en Bruselas se repartirán entre los estados miembros será de 160.000. España tiene cuatro centros públicos de acogida de refugiados, denominados CAR, los cuales están ubicados dos de ellos en Madrid (uno en Vallecas y otro en Alcobendas), otro en Valencia y uno más en Sevilla. Todos ellos dependen de la subdirección general de Integración de los Inmigrantes, al igual que el CETI de Ceuta.

Uno de los principales problemas con los que se encuentran los centros CAR es el elevado número de solicitantes de asilo que ya tienen en sus instalaciones, por este motivo, tendrán un papel fundamental diversas ONG que, en colaboración con el Gobierno, darán cobijo a los refugiados. Así, se les distribuirá por diversos centros, como por ejemplo el ACCEM de Sigüenza. «La finalidad es traerlos, acogerlos e integrarles en la sociedad», aseguró ayer el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz. Según explicó la vicepresidenta del Gobierno el viernes, estos 19 refugiados forman parte de un «programa piloto» para evaluar las necesidades y así poder traer cuanto antes al resto de exiliados.

Según pudo saber este diario, los centros de refugiados gestionados por el Gobierno, los CAR, han recibido la llamada del Ministerio de Empleo y Seguridad para que estuvieran preparados ante la inminente llegada de los primeros refugiados, aunque no les confirmaron si finalmente los 19 que llegaron ayer serían ubicados en algunos de ellos. Estos centros están dotados de humildes habitaciones, salas de informática, aulas de idiomas, pequeñas bibliotecas y salas de televisión. Además, la gran mayoría tienen amplios patios donde los más pequeños pueden jugar con sus padres. Por lo general, cuando vienen familias enteras, la madre junto a los hijos duermen en la misma habitación, mientras que los padres de familia lo hacen en dormitorios individuales. A los menores se les escolariza en algún colegio próximo al CAR y, además, los refugiados cuentan con una ayuda económica de unos 250 euros al mes para sus gastos personales. «Queremos integrarnos en la sociedad y trabajar», reconoce a LA RAZÓN Ali al Shawish, un sirio que abandonó su ciudad natal de Hama, en Siria, huyendo de la guerra y que llegó a España hace cuatro meses. Ahora, este hombre de 30 años que trabajaba como vendedor de coches vive en el CAR de Vallecas junto a su esposa (analista clínica) y sus tres hijos. «Nuestro día a día es ir a clase de español y cuidar de nuestros hijos», explica. Así es la vida en los centros de refugiados, donde los trabajadores se esfuerzan para conseguir la integración de estos exiliados en la sociedad europea.

La labor principal es enseñarles el idioma y ayudarles a encontrar empleo. «Estoy muy agradecido a España, pero seguimos necesitando más ayuda», reclama otro de los residentes que prefiere no dar su nombre pero que explica que en Siria, donde vivía, trabajaba de traductor poniendo en contacto a aquellos que querían huir del país con las ONG que operan en la zona. Más tarde fue él quien tuvo que recurrir a ellas. «Estoy a la espera de que me den el visado; los trámites ahora van muy lentos debido al elevado número de personas que lo solicitan», asegura un mexicano que comparte vivienda con Al Shawish y que tuvo que irse de México tras ser perseguido por criminales. En el CAR residen alrededor de 100 personas, más de 30 niños, y todos ellos miran por encima de las verjas de entrada esperando poder salir pronto de allí.

El drama migratorio ha puesto en alerta a Europa. Hoy, los ministros del Interior de los 28 se reúnen en Bruselas en un encuentro extraordinario para estudiar cómo agilizar la reubicación de los demandantes de asilo. Hasta ahora tan sólo han sido recolocados 135 exiliados de los 160.000 acordados, la mayor parte en Finlandia, Francia, Suecia y Luxemburgo.