Los barones aconsejan a Díaz esperar a que se convoque el Congreso para presentarse

La presidenta de Andalucía deja pasar una fecha clave para anunciar su candidatura y «desespera» a quienes aguardan para hacer campaña por ella y «desmontar las falacias de los pedristas».

«Nos jugamos mucho más que el liderazgo, nos jugamos el partido, y Susana no enseña sus cartas». Este lamento de un dirigente alineado con la presidenta de la Junta resume el sentir de muchos afines a la líder andaluza que vieron con una mezcla de escepticismo y desilusión como ayer se tachaba una fecha más en el calendario sin que ella desvelase sus intenciones de competir por la Secretaría General. El PSOE-A celebró un acto de partido para conmemorar el Día de Andalucía en Sevilla, una cita propicia para muchos para efectuar el anuncio, mientras que desde su entorno más cercano se enfriaban las expectativas señalando que «no tocaba». El escrupuloso respeto a los tiempos y obligaciones institucionales de Díaz comienza a «impacientar» a quienes aguardan su paso adelante para empezar a hacer campaña por su candidatura a las primarias. «No podemos hacer mucho más hasta que sea candidata y si espera tanto puede que al final sea tarde», se quejan a LA RAZÓN. La realidad es que desde los sectores afines a la presidenta «la gente tiene ganas de saltar al ruedo para responder y desmontar las falacias de los pedristas». El hecho de que Pedro Sánchez esté acaparando el discurso y los titulares, sólo contrarrestados por la gestora y algunos territorios, le ayuda en la construcción de su espejismo de favorito. «Hay que responder. La gente se está comiendo las uñas», reconocen.

Sin embargo, la necesidad de articular un discurso alternativo al de Sánchez choca de lleno con los «tiempos del partido», cuyo cumplimiento «incondicional» –aunque «desesperante»– es «imprescindible para transmitir la imagen de seriedad que se ha perdido de vista por algunos», señalan fuentes cercanas a Díaz. Este cumplimiento escrupuloso de los tiempos del partido supondría «en principio», según las citadas fuentes, esperar a que el 39º Congreso esté formalmente convocado por un Comité Federal que no se celebrará hasta despuntar abril. Ésta es la tesis que se ha defendido desde un principio desde el círculo de confianza de la presidenta andaluza, pero lo férreo de este convencimiento flaqueó cuando se precipitaron los acontecimientos con el impulso de las candidaturas de Patxi López y Pedro Sánchez. Estrategia similar se perfila desde otros territorios alineados con Andalucía, que consideran que lo «más adecuado para ella es esperar a que se convoque el Congreso», lo que supondría «un símbolo de que el PSOE se aparta del ‘‘todo vale’’ y se respetan las normas y los órganos del partido».

«Es lo más coherente. Las normas están para cumplirlas y, puestos a esperar, ¿qué más da una semana antes o después?», se pregunta un dirigente que considera que el «coste de oportunidad» de esperar a que el Congreso esté convocado le beneficia, porque coloca a Díaz como la candidata que «hace las cosas bien hechas y respeta y cumple los procedimientos». Esa semana «antes o después» marcaría la diferencia entre la «legalidad» de esperar a que se fije el Congreso por el Comité Federal o «apurar» hasta unos días antes de esa convocatoria, ya que otras fuentes apuntan a que Díaz no esperará a que acabe marzo para anunciar su intención de dar la batalla en las primarias. El calendario está concurrido, se habla de un fin de semana en la última mitad del mes, pero el 12 tanto Sánchez –que estará en Cádiz– como López –que presenta su proyecto en Madrid– tienen sendos actos. El 25 de marzo, la gestora presenta el documento político de su ponencia y no se prevé que Díaz vaya a «contraprogramar» los trabajos con su anuncio.

En la pausa que se imprime a los tiempos trasciende la inseguridad y el riesgo que conlleva para la presidenta el salto a Ferraz. «Si no se presenta, ya ha perdido y si se presenta puede perder», apunta uno de sus partidarios. La preocupación por ceder el bastión socialista que supone Andalucía con un paso en falso de Díaz hace que algunos recelen de su candidatura. Otros, por el contrario, se muestran nerviosos por el nivel de aceptación que pueda llegar a tener Sánchez entre la militancia andaluza –según fuentes pedristas podría rondar el 30%– y que complicaría las opciones de éxito de la presidenta. Por ello, desde el sector afín a Sánchez se advierte de que los contactos entre Díaz y Patxi López podrían haberse retomado para buscar una confluencia capaz de hacer frente al ex secretario general. Desde el círculo del ex lendakari se asegura insistentemente que no se retirará, pero se muestran «abiertos» a recibir los apoyos de otra candidatura.