El desafío independentista
Los líderes comunitarios dan la espalda al presidente catalán
No se reunió ni con Barroso ni con Almunia, que hoy sí recibirán a su homólogo vasco
El viaje del presidente de la Generalitat ha estado marcado por el pragmatismo y los objetivos tangibles. Por eso, Mas ha negado que sus pretensiones independentistas para Cataluña hayan tenido algo que ver con una visita de bajo perfil en Bruselas en la que no ha despachado ni con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ni con el del presidente permanente del Consejo, Herman van Rompuy.
El agravio comparativo puede parecer evidente si tenemos en cuenta que hoy el lendakari Iñigo Urkullu visita la capital comunitaria y tiene pactadas sendas entrevistas con los dos líderes europeos. Mas ha justificado esta agenda tan dispar al asegurar que los encuentros del líder nacionalista vasco se enmarcan dentro de los contactos lógicos después de haber alcanzado el poder y que él ya se había entrevistado con estos líderes en el pasado. Además, aseguró haber despachado con 18 comisarios desde su llegada a la Generalitat.
«Mis reuniones con dos tercios del colegio de comisarios dan dimensión fiel de hasta qué punto la relación con la Comisión Europea es absolutamente normal para nuestro día a día, a pesar de no ser un Estado», añadió. Ayer, Mas se entrevistó con los comisarios de Energía, Interior y Educación y también aprovechó la ocasión para inaugurar una exposición sobre Gaudí en la Eurocámara, reunirse con funcionarios comunitarios catalanes y dentro de la política belga, mantener un encuentro con el presidente de la región de Flandes, Kris Peeters.
Defender el modelo de inmersión lingüística catalán, que según Mas la Comisión Europea «avala» y «entiende»; impulsar las infraestructuras de conexión de gas entre España y Francia y que la Policía Autónoma catalana, que cuenta con 18.000 efectivos, puede tener acceso a las bases de datos europeas fueron algunos de los temas que Mas trató con los comisarios del ramo.
El presidente de la Generalitat tampoco desaprovechó la ocasión para volver a pedir el mismo día que la agencia estadística comunitaria validaba la cifra de déficit español del año 2012, un reparto asimétrico de la carga en los recortes si al final España consigue una prórroga hasta el 2016 para volver a su objetivo del 3 por ciento.
Mas advirtió que competencias tan importantes como sanidad, educación, servicios públicos e inversiones dependen de las comunidades autónomas y por lo tanto se está poniendo en peligro el Estado de Bienestar.
El propio presidente de la Generalitat «espera» que este mismo mes de mayo el Gobierno comunique a las comunidades autónomas cuál es el margen de déficit que se les otorgará y que Cataluña «confía» en que sea un tercio de lo establecido para el conjunto del Estado por Bruselas.
Preguntado por si confía en que el Gobierno de Mariano Rajoy decida un reparto asimétrico de los márgenes de objetivo de déficit, dijo que, si bien abogaría por ello, «no se puede dar por hecha esa posibilidad», pues «crearía reticencias en otros gobiernos de comunidades».
El presidente de la Generalitat también reconoció que en Bruselas tan sólo puede dar información sobre este asunto, pero que la verdadera batalla se libra en Madrid.
✕
Accede a tu cuenta para comentar