La Paz

Los Príncipes, por el centro de Madrid en el día de la Banderita

La Princesa Letizia se ha acercado a hablar con unos músicos
La Princesa Letizia se ha acercado a hablar con unos músicoslarazon

El Príncipe de Asturias ha vuelto a pasear hoy por las calles del centro de Madrid en el Día de la Banderita para hacer su aportación a la Cruz Roja en las mesas petitorias que esta mañana presidían la Reina, la Infanta Elena y Doña Letizia.

Aunque es el tercer año en que Don Felipe hace este mismo recorrido a pie, la imagen del Heredero de la Corona aguardando ante el semáforo del kilómetro cero de la Puerta del Sol sigue causando sorpresa mayúscula en viandantes y turistas.

Don Felipe había llegado primero, al volante de su coche, al Congreso de los Diputados, en cuyas puertas la Reina presidía desde el mediodía una mesa de cuestación por la que durante toda la mañana han pasado desde centenares de niños de colegios privados de Madrid hasta algún que otro diputado.

Doña Sofía fue recibida por la vicepresidenta primera, Celia Villalobos, quien sufrió un accidente sin consecuencias al tropezar con un bolardo de granito y caer de espaldas justamente cuando acababa de saludarla.

Entre los donantes, un anciano que fue camarero en un bistrot francés de Londres y que mucho tiempo atrás sirvió una cena a los entonces Príncipes cuando eran novios ha podido intercambiar aquel imborrable recuerdo con doña Sofía.

La llegada de don Felipe, entre aplausos de un grupo de curiosos, ha sido menos accidentada; ha guardado un breve turno y con una gran sonrisa ha entregado un sobre a su madre tras darle dos besos en las mejillas y otro en la mano.

La Reina, como a todos los que han contribuido en el Día de la Banderita, le ha puesto en la solapa un alfiler con el distintivo de Cruz Roja y, tras posar para la prensa, el Príncipe se ha encaminado hacia su vehículo, entre saludos de muchos viandantes, inevitables fotos con teléfonos móviles y caras de sorpresa.

En la Puerta del Sol ha aparecido al poco, como por arte de magia, sin más compañía que sus escoltas, frente al kilómetro cero, mientras metros más allá un nutrido grupo de extrabajadores de Telemadrid gritaban en su manifestación reivindicativa de los jueves.

La infanta Elena le aguardaba en la mesa instalada ante la Casa de Correos, sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, fuertemente custodiada por la Policía. Besos y risas de los dos hermanos ante las cámaras y los curiosos, otro donativo en la urna y un nuevo alfiler en la solapa del Príncipe, que ha enfilado a paso ligero la calle del Correo, para continuar por la de La Paz, seguido a la carrera por los reporteros; más de uno ha estado a punto de acabar en el suelo.

"¡Felipe. Que pases un buen día, campeón!", le ha gritado en un exceso de campechanía un joven con el que se ha topado en la calle de la Bolsa, después de haberse parado varias veces para dejarse retratar con un más de un ciudadano y saludar a los viandantes, desde ancianas con bastón a chavales que no se despegaban de sus móviles para disponer de alguna prueba de su inesperado encuentro. El Príncipe ha conseguido su tercer alfiler de manos de doña Letizia, a la que ha besado mientras depositaba su contribución en la mesa que presidía ante el Palacio de Santa Cruz, donde ambos han sido recibidos por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.Antes de su llegada, numerosos madrileños de todas las edades se han acercado a la mesa para depositar su donativo y, en su mayoría, para saludar a la Princesa y fotografiarse con ella.

Tres jóvenes incluso han acudido antes de las diez, dos horas antes de que la Princesa, para asegurarse el honor de ser los primeros en una fila de espera que, finalmente hoy, quizás por efectos de la crisis, ha durado apenas 40 minutos.

Durante ese tiempo han desfilado desde escolares hasta jubilados, con dos momentos estelares que ya empiezan a ser habituales: la llegada de cinco motoristas en sus "Harley Davidson"y la actuación de un grupo de baile y música étnica senegalesa.

Al igual que hicieron hace un año en el mismo lugar, dos madrileñas con ropajes africanos -Marina y Rebeca- y tres senegaleses han protagonizado un número de baile y percusión frente a la mesa de doña Letizia, que ha aplaudido la actuación y se ha acercado al centro de la plaza para conversar con ellos.

"Mbolo"-"Unión"- es el nombre de este grupo, que ofrece espectáculos de animación y actuaciones en salas de teatro de la capital y que colabora con Cruz Roja desde hace tres años. También se ha repetido este año la escena de los "moteros", que han hecho su entrada en la plaza a los acordes del "So lonely"de The Police y a quienes también ha acudido a saludar la Princesa, que se ha fotografiado con ellos.

"¡Eh, a echar pasta, que la causa lo merece!", ha gritado a los reporteros uno de los cinco, procurando hacer compatible su mensaje solidario con una voz de hombre duro que no desentonara con su Harley Davidson.

Finalmente, ha sido la propia doña Letizia quien se ha acercado a los fotógrafos para imponerles personalmente la pegatina de Cruz Roja.