PSOE

Los «purgados» acusan de «revanchismo» a la gestora por sus ceses

Creen que se castiga su afinidad a Sánchez y no descartan denunciar al PSOE por «acoso»

La diputada socialista por Palencia, María Luz Martínez Seijo
La diputada socialista por Palencia, María Luz Martínez Seijolarazon

El ánimo de «enfriar el incendio interno» con el que el presidente de la gestora, Javier Fernández, asumió las riendas de Ferraz se antoja imposible.

El ánimo de «enfriar el incendio interno» con el que el presidente de la gestora, Javier Fernández, asumió las riendas de Ferraz se antoja imposible. La reestructuración del reparto de responsabilidades en el Congreso y el Senado, disfrazado de sanciones a los diputados díscolos que mantuvieron su «no» a Mariano Rajoy por encima del mandato del Comité Federal, no ha hecho sino avivar las llamas de la división interna. La «revolución» en los cargos de las comisiones despertó ayer un profundo malestar en el seno del partido, pues muchos de los involucrados se enteraron a través de los medios de comunicación de su cambio de puesto.

«Revanchismo», «marginación» o «auténtica vergüenza» son algunos de los calificativos que los «purgados» por la gestora utilizan para definir la gestión de la situación, pues ven en su afinidad y cercanía a Pedro Sánchez el desencadenante de los movimientos. Sólo así se entiende que diputados y senadores que no votaron «no» hayan sufrido las consecuencias de la reestructuración, es el caso de los parlamentarios Óscar López, que pierde la portavocía de la Comisión de Educación después de ser removido como voz del PSOE en el Senado, y las asturianas Luisa Carcedo, que deja la Secretaría General del grupo en la Cámara baja, y Adriana Lastra, que ya no será portavoz en la Comisión de Hacienda y Administraciones Públicas. En los casos de estas dos últimas, sus cuitas internas con el secretario general de su federación, Javier Fernández, les han pasado factura.

Los criterios que ha hecho valer la gestora para fundamentar estos movimientos son los de «capacidad» y «confianza», muy criticado también este último, en el que algunos díscolos ven tintes «estalinistas». Pero si nos atenemos al de «capacidad» cabe cuestionarse por qué se mantiene a Margarita Robles en Justicia y se remueve de sus funciones a Zaida Cantera en Defensa, fue comandante del Ejército de Tierra, y a María del Rocío Frutos de Empleo, teniendo en cuenta que es inspectora de Trabajo y Seguridad Social. Frutos señaló ayer en la Radio Galega que no descarta denunciar al PSOE por «acoso» si no le dejan «trabajar con fluidez».

Desde el sector díscolo también se cuestiona la «objetividad» y la «legitimidad» de la gestora para tomar este tipo de decisiones ya que, como «órgano provisional que dirige el partido», su único «objetivo debiera ser convocar primarias y congreso, en lugar de dedicarse a tomar decisiones de hondo calado político que no han hecho más que ahondar la división interna». Aunque algunos consideran que esta manera de actuar no es la «mejor forma de pasar página», otros díscolos animan a mirar hacia delante y comenzar a trabajar en el Congreso para que el PSOE sea noticia por sus iniciativas parlamentarias y no por sus cuitas internas.