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Maestre, al juez: «Un torso desnudo no ofende»

La actual portavoz municipal se justifica en que «fue una protesta pacífica y legítima». La Fiscalía pide que se la condene a un año de cárcel por ofensa a sentimientos religiosos

La portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, es juzgada hoy por un presunto delito contra los sentimientos religiosos cometido al manifestarse con el torso descubierto en la capilla de la Complutense en 2011
La portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, es juzgada hoy por un presunto delito contra los sentimientos religiosos cometido al manifestarse con el torso descubierto en la capilla de la Complutense en 2011larazon

La actual portavoz municipal se justifica en que «fue una protesta pacífica y legítima». La Fiscalía pide que se la condene a un año de cárcel por ofensa a sentimientos religiosos

Participó en la marcha del «asalto» a la capilla de la Universidad Complutense, aunque se incorporó de forma «espontánea», se quedó en sujetador dentro del recinto religioso y las frases que allí se vertieron contra la Iglesia –como «frente al Vaticano, poder clitoriano» o «Arderéis como en el 36»– no eran contra la institución católica y no tenían «ánimo de ofender» a los católicos, sino que eran una forma de expresar su repulsa a manifestaciones «machistas o xenófobas» de algunos destacados teólogos o representantes del catolicismo. En todo caso, insistió en que se trató de una protesta «pacífica y legítima», criterio que sigue manteniendo a día de hoy, aunque, eso sí, dejó claro que «vistas las consecuencias», no piensa que vuelva a repetirse algo similar, y sin que en ningún momento se utilizara violencia alguna. Y, junto a ello, reiteró su petición de «disculpas» a quienes se hayan podido sentir ofendidos por lo que sucedió aquel 11 de marzo de 2011, disculpas que transmitió personalmente al arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, hace pocos día y que éste aceptó porque se trataba de «cosas de la juventud». Éstos fueron los principales argumentos que esgrimió ayer la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, en el juzgado de lo Penal número 6 de Madrid, donde la Fiscalía mantuvo la petición de un año de cárcel por un delito de ofensa contra los sentimientos religiosos, mientras que para el segundo acusado, Héctor Meleiro, quien fue candidato también por Podemos a la Asamblea de Madrid, solicitó esa misma pena, pero, alternativamente, planteó que se condenase sólo a una multa de 12 meses a razón de 10 euros diarios.

Antes de que comenzara la declaración de Rita Maestre, su abogado, Gonzalo Martínez-Fresneda, ya avanzó lo que iba a suceder poco después: «No va a negar que participó en los hechos» que se iban a enjuiciar. Y así fue. En respuestas a la fiscal –a las acciones populares, ejercidas en representación del Centro Jurídico Tomás Moro y el partido Alternativa Española, se negó contestar a pregunta alguna–, aseguró que se incorporó a la «marcha» porque coincidía en el motivo de la misma, que era, según señaló, exigir que no existiera una capilla dentro del recinto de una universidad pública. Una vez en el interior del templo, toda vez que el capellán no logró impedirlo –con quien aseguro que no habló, algo que desmentiría posteriormente el sacerdote–, se colocó, junto a un grupo de mujeres alrededor del altar y se quitó la blusa para quedarse en sujetador. «Lo hice cuando vi que otras lo hicieron», afirmó para justificar esa acción.

Sobre si ese hecho no le parecía una falta de respeto a las personas que estaban rezando en esos momentos, Rita Maestre lo negó con una frase significativa: «Un torso desnudo no tiene por qué ser ofensivo». La defensa insistió en que «nadie» había identificado a la acusada de proferir gritos ofensivos, pero varios testigos aseguraron lo contrario, e incluso uno de ellos afimó que «tuvo un papel activo, gritaba como las demás».

«Traspasa los límites»

Sin embargo, la Fiscalía mantuvo un criterio muy diferente al de Rita y aseguró que lo sucedido «traspasa con mucho los límites de un Estado de Derecho», con actos que supusieron una «burla de sentimientos religiosos» en la participaron en esa «profanación» los dos acusados, especialmente Rita Maestre.

Junto a ello, y tras dejar claro que en este procedimiento no puede verse «atisbo político» alguno, pues se inició y se imputó a los acusados cuando ninguno de ellos tenía relevancia política, destacó que le parecía «especialmente grave» que Maestre mantuviese ayer que lo sucedido fue una «manifestación pacífica» y que las reivindicaciones de esa índole se hagan «con estos hechos».

Dimisión

Una vez finalizada la vista, la portavoz del Ayuntamiento fue preguntada por si dimitiría si resulta condenada. Al respecto, Rita Maestre se limitó a decir que ésa sería una decisión que se tendrá que valorar de forma colectiva «y en equipo», pues es una decisión que no depende sólo de ella.

Se mostró muy seria y recatada

Aguantó estoicamente las casi siete horas de juicio, sentada en una butaca junto a su compañero acusado, Héctor Meleiro, con quien dialogó antes del inicio de los interrogatorios. Mantuvo un rictus más que serio durante todo el juicio, y, por momentos, impasible. Seguía con atención las intervención y realizó distintos gestos de aprobación o desaprobación con lo que decían los abogados o testigos. La botella de agua le servía para calmar la sed. Se marchó en taxi, junto a su abogado, seguidos, eso sí, por un coche camuflado de su equipo de seguridad.