Francisco Velasco

Marchena lamenta “de corazón” la filtración de la sentencia y apunta la dificultad de formar un tribunal para juzgar a Puigdemont

El presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, a su llegada al Consejo General del Poder Judicial/Efe
El presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, a su llegada al Consejo General del Poder Judicial/Efelarazon

Manuel Marchena, presidente de la Sala Penal del Tribunal Supremo y quien ha presidido el juicio contra los doce juzgados por el “procés”, lamentó “de corazón” el que se filtrase el fallo de la sentencia dos días antes de que la misma se notificara a las partes, a la vez que reconoció que conocer la misma, en una gracia donde incluso se hackeó su correo personal, era el «oscuro objeto de deseo de muchos”. Pero, junto a ello, se comprometió a buscar medidas para evitar que se pueda repetir en futuras sentencias: “Haré todo lo posible para que esto no vuelva a suceder”. Estas consideraciones las realizó durante su comparecencia ante el presidente el Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, y otros vocales, para explicar su programa de actuación si es reelegido para el cargo. Marchena es candidato único y su reelección se producirá en el Pleno del CGPJ que celebrará el próximo día 30.

En relación con la difusión del fallo de la citada sentencia antes de su notificación, eximió de cualquier responsabilidad a los periodistas, a quienes nada se les puede “reprochar” por ello; pero, a la vez quiso dejar claro que la resolución, como tal, no se filtró ni se conoció con anterioridad a que se hiciera público. “Lo que quiero dejar claro es que ha habido pronósticos sobre el fallo, que luego se han confirmado, pero que fueron pronósticos”. Después, añadió, ya hubo “informaciones más correctas, exactas”, que se pudieron obtener a través de “datos que se obtienen a través de conversaciones informales o de terceras personas a las que se les cuenta ese dato”. En todo caso, insistió en que esas filtraciones hacen «mucho daño, salvo a los profesionales de la información que están cumpliendo con su deber”.

En todo caso, dejó de manifiesto el doble rasero que se ha utilizado en este tema, ya que muchos de los que criticaron esa filtración aceptaran con "indiferencia"y sin decir absolutamente nada "que se pudiera fisgonear en cuentas de los magistrados".

Juicio a Puigdemont

Por otro lado, Manuel Marchena, tras destacar el gran esfuerzo y dedicación de los siete magistrados que han enjuiciado esta causa, aludió a la “difícil situación” en que se encuentra la Sala Penal del Supremo ante un hipotético juicio a Carles Puigdemont, si es que Bélgica accede a entregarlo. Y ello porque 13 de los 15 magistrados que conforman la Sala ya han tenido un cierto contacto con la causa -siete formaron el tribunal de enjuiciamiento,

Otros tres eran los encargados de resolver los recursos, otro magistrado tuvo que sustituir a uno de ellos por enfermedad, uno fue instructor -Pablo Llarena- y Carmen Lamela que no podía intervenir en nada porque fue la instructora en la Audiencia Nacional de la causa contra Trapero-.

"En otro tipo de juicio quizá esto pueda resolverse, pero habrá que estudiarlo al tratarse en este caso de magistrados que han valorado a 500 testigos, 12 acusados, metros cúbicos de papel y que podría tener que volver a enjuiciar hechos similares con distintos protagonistas, ello nos sitúa en una situación difícil", afirmó al respecto. Pero, a la vez, añadió que está admitido que la Sala que ha enjuiciado a una parte de los que han sido acusados, pueda hacer los propio respecto a alguno que lo hubiese sido.

Junto a ello, expresó su pleno apoyo a que los fiscales asuman la investigación de las causas y a limitar el papel de la acción popular, especialmente en lo que se refiere a la presencia de los partidos políticos: "Un partido político nunca debe ser parte activa en un proceso penal", afirmó con contundencia Marchena.