Manila

Margallo toma el pulso a la cooperación española en las regiones de Filipinas

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Jose Manuel García-Margallo, durante su visita al Hospital Regional de Tacloban
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Jose Manuel García-Margallo, durante su visita al Hospital Regional de Taclobanlarazon

Si el lunes la agenda del ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación en Filipinas se centró en propiciar contactos entre empresarios españoles y filipinos y en realizar consultas políticas con los máximos dirigentes de este país, ayer José Manuel Garcia Margallo dedicó la jornada a comprobar en primera persona la labor llevada a cabo por la Cooperación Española en Tacloban, una de las regiones de Filipinas más afectadas en noviembre de 2013 por el tifón Haiyán, que asoló provincias enteras de este país asiático llevándose por delante al menos 6.000 vidas y dejando a su paso un paisaje desolador que, aun meses después, sigue helando la sangre.

España estuvo presente desde el primer momento de la catástrofe, incluso días antes la Aecid (Agencia Española de Cooperación y para el Desarrollo) ya se empezó a dar la alerta y a trabajar en labores de coordinación y gestión de la información. Solo en las primeras dos semanas el Gobierno destino a minimizar los efectos de la catástrofe unos 700.000 euros. En total la ayuda directa de la cooperación española llegó a los 2 millones de euros gestionados a través de convenios de emergencia con ONGs como Médicos sin fronteras, Interfom Oxfam, Caritas o la Cruz Roja. De esta cantidad, 200.000 euros fueron destinados a la reconstrucción del Hospital Regional de Tacoblan, donde se atendieron más de 1.600 casos urgentes graves durante los primeros dias tras el tifón. García-Margallo visitó dicho hospital y agradeció en nombre del pueblo español las sentidas muestras de gratitud de la población que recibe atención médica en dicho hospital, el principal en una ciudad con 237.000 habitantes censados pero que en un día laborable como en el que el tifón golpeó, contaba con hasta 1,2 millones de visitantes de toda la región. España aportó personal médico, psicólogos, plantas potabilizadoras y grupos electrógenos Margallo se reunión asimismo con Alfred Romuáldez, alcalde de Tacloban, en el ayuntamiento y comprobó también de primera mano el funcionamiento del sistema de reparto de alimentos organizado por la Cruz Roja española que aun ahora sigue siendo necesario en Tolosa, algunos kilometros al sur de Tacloban. El jefe de la diplomacia española tuvo tiempo también de entregar a pescadores locales 25 embarcaciones de pesca tradicional destinados a proporcionar un medio de vida a otras tantas familias en una región que, en apenas unas horas, quedo borrada literalmente del mapa. En total serán 400 las embarcaciones proporcionadas por el Gobierno a los pescadores de la zona en una iniciativa encaminada a reforzar el tejido social de la pobración.

A primera hora de la mañana, antes de salir de Manila hacia Tacloban, el titular de Exteriores visitó Bangkal High School, brillante ejemplo de la labor del Instituto Cervantes en Filipinas para la promoción de la lengua española. Esta institución ha formado a los 83 profesores que enseñan nuestro idioma a los de 2.300 alumnos filipinos en un programa de colaboración que arrancó en 2009. A su vuelta de la zona afectada por el tifón, el Airbus de la Fuerza Aérea Española aterrizó en la Base de Clark, donde Margallo descubrió una placa conmemorativa con motivo de la inauguración del Almacén de Asistencia Humanitaria en el que ha participado España. Poco después el ministro español despegaba rumbo a Hanoi, la capital del segundo de los países de su gira asiática, Vietnam.