El desafío independentista
Mas engorda su proyecto soberanista en el exterior
Los presupuestos aumentan las partidas para sedes en el extranjero, que van desde Bombai a Sillicon Valley
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, mantiene e incrementará en los próximos meses su acción política en el exterior como plataforma desde la que impulsar la Cataluña independiente a la que ha comprometido toda su agenda en esta Legislatura y las próximas elecciones autonómicas, adelantadas a septiembre. En su despliegue personal ha cosechado hasta ahora fracasos sonados por los portazos y los desaires que ha recibido desde las principales embajadas. Pero ésta sigue siendo una de las áreas prioritarias de la hoja de ruta independentista y así lo demuestra el mapa de la representación catalana en el exterior y los planes para reforzarlo para los próximos meses.
La acción exterior es una «pata» fundamental del proyecto soberanista. Y a ello dedica una parte importante de su presupuesto, desbloqueado precisamente ayer. El área de exteriores gastará 17,2 millones de euros, un 12,4% más que en 2014. La cantidad destinada a oficinas, delegaciones y misiones exteriores es la que más aumenta. Lo hace un 36%, de 2,2 millones a 3 millones.
La Generalitat exhibe su poderío internacional bajo el título de la Secretaría de Asuntos Exteriores y de la Unión Europea. Ahí incluye las delegaciones del Gobierno de Artur Mas ante la UE, Francia, Suiza, Reino Unido, Irlanda, Alemania, Austria y Estados Unidos. Pero los tentáculos exteriores del Gobierno catalán se proyectan mucho más lejos, llegando hasta Suráfrica, Egipto, la India, China, Japón o Arabia Saudí a través de los que denomina centros de promoción de negocios, que repartidos por todo el mundo superan la treintena.
A pesar de la quiebra financiera de la Generalitat, de su dependencia del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y del sostén del Estado central para mantener sus servicios públicos, este nuevo año seguirán abiertas las representaciones de la Agencia Catalana de Cooperación al Exterior (ACCD), cuyo objetivo, según la Generalitat, es «implementar los proyectos de cooperación al desarrollo». Están presentes en lugares como Senegal, Mozambique, Colombia y Nicaragua. Aún más chocante resulta que, pese a las dificultades económicas, la Generalitat también mantenga abiertas sedes del Instituto Catalán de las Empresas Culturales en París, Londres, Bruselas, Milán y Berlín. Este organismo público tiene como objetivo promover la producción cultural en el extranjero.
Asimismo, siguen funcionando cinco delegaciones del Instituto Ramón Llull, para proyectar la lengua y la cultura catalana en el exterior. Están situadas en Londres, Berlín, París, Italia y hasta en Nueva York. Y hay diez centros de promoción turística para atraer turistas extranjeros a Cataluña. Están activas las Oficinas de la Agencia Catalana de Turismo en Benelux, en los Países Nórdicos, en Reino e Irlanda (con sede en Londres), en Italia, en Francia, en China, en los Países del Este (con sede en Moscú), en Alemania, en Perpiñán y en Madrid.
Este tejido internacional se completa con la labor que realizan las Comunidades Catalanas en el Exterior, que, por supuesto, también cuentan con el apoyo institucional de la Generalitat. Son más de 130 repartidas por todos los continentes. «La Secretaría de Asuntos Exteriores da soporte a las Comunidades Catalanas en el Exterior con el objetivo de potenciar la promoción y difusión de Cataluña en el mundo», explica el Gobierno catalán oficialmente. Las subvenciones van por dos caminos: para que jóvenes catalanes trabajen como becarios durante nueve meses en una de ellas, para lo que se les exige tener un conocimiento de la lengua catalana equivalente al nivel C, acreditado por la Junta Permanente de Catalán; y, por otro lado, la Generalitat sufraga becas para cursar estudios de tercer ciclo en Cataluña, que van destinadas a miembros de las comunidades catalanas del exterior siempre que cuenten con un tiempo mínimo como socios.
Despliegue de personal
Para hacerse una idea de lo que representa este despliegue internacional basta con colocar la lupa en alguna de las principales embajadas de la Generalitat. La representación de Artur Mas en Alemania y Austria incluye a una delegada, a los directores del centro de promoción de negocios de Berlín y en Stuttgart, a un delegado en la Oficina del Instituto Ramón Llull, a una delegada del Instituto Catalán de las Empresas Culturales, y a la directora de la Agencia Catalana de Turismo en Fráncfort. Más los funcionarios de segundos niveles que les acompañan. La representación ante Reino Unido e Irlanda la ostentan un delegado de la Generalitat, un representante del Instituto Ramón Llull, un director de promoción de negocios, un director del Instituto Catalán de Empresas Culturales y también un director de la Agencia Catalana de Turismo. Y así siguen añadiéndose funcionarios a través de las demás delegaciones. Por cierto, en 2015 la Generalitat no sólo no cerrará oficinas en el exterior, sino que prevé engrosar esta red con nuevas embajadas en Roma y Viena. Así como en otros países de Europa del Este, norte de Europa y Asia. Artur Mas utiliza todos estos recursos para hacerse una agenda internacional y para promocionar el proyecto soberanista.
Más personal en la hacienda catalana
El Gobierno catalán convocará 168 nuevas plazas para dar un impulso a la Agencia Tributaria de Cataluña, cuya plantilla crecerá un 50%. El conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, anunció este dato durante la presentación del presupuesto del departamento de Economía para 2015 en la comisión del Parlamento catalán.Tendrá un presupuesto de 44 millones de euros, un 25% superior al de 2014 y el bloque CiU-ERC le otorgará medios adicionales para convertirlo en una auténtica «estructura de Estado».
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