El desafío independentista
Mas renunciará al proceso si no logra mayoría absoluta
Duran exige al president que gobierne tras el pacto con ERC
BARCELONA- Para volver a ilusionar a los soberanistas, desganados tras ver como CiU y ERC ponían en peligro el proceso por intereses partidistas, Artur Mas y Oriol Junqueras están inmersos en un maratón de entrevistas. Aunque su relación está dañada, en sendas entrevistas ninguno ha desacreditado al otro. Los dos batallan por un mismo objetivo, por que las listas soberanistas sumen, al menos, una mayoría absoluta.
El president de la Generalitat exponía ayer en el programa radiofónico matinal de mayor audiencia en Cataluña que como el 27-S no se hace un referéndum puro, donde se requeriría un 50 por ciento de los votos, el resultado deberá de contabilizarse de manera distinta. Para seguir adelante, se exige «como mínimo una mayoría absoluta» de las listas independentistas. Por los antecedentes, no es un reto difícil, CiU y ERC siempre han sumado esta mayoría, pero unas plebiscitarias pueden cambiarlo todo. Mas convocará elecciones el 3 de agosto. En caso de estar inhabilitado por la querella del 9-N, hará campaña por otro candidato.
Admitió que el camino hacia la independencia «no será un camino de rosas», pero alega que «es más alto el precio que se paga por seguir como estamos». La hoja de ruta en la que trabajan CiU, ERC y las entidades soberanistas, que pretenden tener lista en menos de un mes, recoge 23 pasos a seguir para convertir a Cataluña en un estado independiente en 18 meses. Si el 27-S obtienen una mayoría absoluta presentarán una declaración para anunciar el proceso hacia la proclamación del estado y república catalana. Paralelamente, se propondrá al Gobierno «acordar las nuevas condiciones –reparto de activos y pasivos, relaciones entre los nuevos estados» y se abrirán negociaciones con instituciones internacionales para el reconocimiento de Cataluña. Para culminar el proceso, plantea al menos dos nuevas votaciones, someterá a votación la nueva constitución catalana y convocará un referéndum vinculante sobre la configuración del nuevo estado, lo que implica un acuerdo con el Gobierno. Si no es posible, proclamará unilateralmente el estado catalán. El proceso se prevé complejo. Mas admitió que no habla con Mariano Rajoy desde hace seis meses. «No quiere hablar conmigo», dijó en tono victimista. Pese a este silencio, CDC no descarta pactos locales con el PP tras las municipales.
Ahora, que CiU y ERC han cerrado un acuerdo, el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, instó a Mas a ponerse a gobernar.
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