Política

El desafío independentista

Menos PIB, más paro y una deuda imposible de financiar

La Razón
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La independencia de Cataluña es algo más que una insensatez política. Es condenar directamente a la hoy comunidad autónoma a una catastrófica situación económica.

DEUDA desbordada

Cataluña debe en la actualidad 53.665 millones de euros, un 27,2% de su riqueza (PIB). La cifra se ha más que triplicado desde el comienzo de la crisis. En 2007 apenas alcanza el 8% del PIB. El montante total no incluye la parte de la deuda del Estado que ha sido emitida para financiar actuaciones en la región y que el Instituto de Estudios Económicos (IEE) ha cifrado en el entorno de los 150.000 millones de euros, que sumados a los 53.665 elevarían la deuda por encima de los 200.000 millones, una cifra que superaría con creces el valor del PIB.

PIB con menos valor

La economía catalana está íntimamente relacionada con su pertenencia a España. El último dato del PIB sitúa la riqueza de la región en 198.000 millones de euros. La renta per cápita de Cataluña colocaría a la región entre los diez primeros países de la UE. Pero este dato carecería de toda validez al verse obligado a salir de la disciplina del euro sólo con que España lo solicitara. La moneda catalana tendría que devaluarse en relación al euro en cerca de un 50%, lo que reduciría a la mitad la riqueza actual, con el agravante de que la deuda seguiría nominada en euros.

DÉFICIT con gastos crecientes

A lo largo de los últimos años, los distintos gobiernos autonómicos han demostrado su incapacidad para reducir el gasto de la administración territorial. La evolución del déficit podría indicar todo lo contrario, pero no es así. Del 4,57% del PIB del año 2010 se ha pasado al actual 1,38% (datos hasta el mes de septiembre), pero ha sido a costa de aumentar los ingresos. La salida del euro significaría la imposibilidad de refugiarse bajo el paraguas del Banco Central Europeo, que ha dotado de liquidez ilimitada a los bancos de la eurozona en los momentos más difíciles de la crisis, tras los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal.

RATING, bono basura

Dos de las tres principales agencias de calificación de solvencia del mundo han suspendido la deuda emitida por la generalitat de Cataluña. Para Standard & Poor's, la nota «BB» con perspectiva negativa es el segundo escalón de lo que los analistas llaman bono basura. En Moody's, la calificación «Ba3» es el tercer escalón de las inversiones especulativas. El concepto de bono basura refleja los riesgos que los inversores deben aceptar para recuperar el dinero y que no son más que la capacidad de devolución del emisor. Cuanto peor nota, más riesgo. A partir de la letra C, nadie puede conseguir financiarse en los mercados de capitales.

EMPRESAS deslocalizadas

Desde hace unos años, numerosas empresas han dejado de tener su sede en Cataluña por uno u otro motivo. No estar en el mercado único europeo es un hándicap para cualquier empresa. Varios empresarios han anunciado ya que en el caso de que saliera la opción independentista trasladarían su sede a otras regiones. Esto tendría graves consecuencias sobre los ingresos en concepto de impuesto sobre sociedades.

PARO superior

Algunos estudios han situado la caída del PIB de Cataluña por el mero hecho de su independencia en un 4%, lo que supondría una pérdida de riqueza valorada en unos 8.000 millones de euros. Pero hay algo peor, lo anterior llevaría acarreada la destrucción de alrededor de 130.000 puestos de trabajo. Cataluña tenía en el tercer trimestre una tasa de paro del 22,84%, sólo tres puntos porcentuales menos que la media española. En cifras absolutas, el número de desempleados registrados en las oficinas del antiguo Inem era en noviembre de 638.344. Súmenle 130.000 más. No hay Estado del Bienestar que lo aguante.

PRECIOS mucho más altos

Una moneda nueva acompañada de una devaluación tiene sobre los precios unas consecuencias importantes. Se devalúa la riqueza de un país y, automáticamente, los bienes y productos, los salarios... La tendencia natural es compensar esa pérdida con una subida de precios, que resta competitividad a un país. Competir es un Estado fuera de la UE y con una inflación galopante pondría a Cataluña contra las cuerdas.

COMERCIO EXTERIOR deficitario

Aunque parezca extraño a tenor de las declaraciones de sus gobernantes, Cataluña es deficitaria en su comercio exterior. Según los últimos datos, en los nueve primeros meses de este año las importaciones han superado a las exportaciones en 5.794 millones de euros. Fuera de España, tendría que alcanzar acuerdos bilaterales como cualquier otro país, pero estaría fuera de los grandes acuerdos de comercio internacionales.