Política

ETA

«Mi hermano habría cambiado la historia de San Sebastián»

Consuelo Ordóñez toma la palabra en un acto de homenaje ayer en Madrid
Consuelo Ordóñez toma la palabra en un acto de homenaje ayer en Madridlarazon

Combativo, directo, optimista valiente... Gregorio Ordóñez destacó por su bravura política, sus firmes convicciones, su pasión por la libertad, por su San Sebastián y sus gentes. Se le entendía todo, hablaba con claridad haciendo temblar al adversario político, siendo incómodo para los nacionalismos y enemigo para los pistoleros de ETA. Los que le conocieron cuentan que hubiera pasado años como alcalde de la ciudad donostiarra y con ello «habría cambiado la historia» porque dentro de él «sólo había cosas buenas». Así lo recuerda su hermana, Consuelo Ordóñez quien dice que lo de su hermano «era contagioso», su entusiasmo, su fuerza. Todos le querían.

Su entrada en política fue «casualidad» o no... Cuando salió de la Universidad de Navarra se transformó, se volvió imparable. Gregorio estudió Ciencias de la Información, «por eso dominaba los medios». Cuando llegaba a las 07:00 de la mañana al Ayuntamiento ya se había leído todos los periódicos. Y cuando tenía que hacer una nota escribía las declaraciones y el titular. «Él dominaba el tema de los medios y allí fue donde se le despertó esa inquietud por la política». Al terminar la carrera, con 23 años, trabajó en la lavandería industrial que tenían sus padres y más tarde le salió trabajo en un periódico vespertino de San Sebastián, «Norte Express». Eran tiempos de crisis y la coyuntura económica hizo que el diario cerrara y unos militantes de AP del medio le ofrecieron trabajar en la sede como gerente. Gregorio Ordóñez aceptó y es ahí cuando «llegó la revolución», recuerda Consuelo. Poco después daría el salto a las listas municipales. Él, Gregorio, lo contaba así: «Me metí en política porque quiero mucho a mi tierra y no me da la gana verla con un yugo, doblegada por los pistoleros, convertida en un charco de sangre».

Le gustaba montar en bici, estar con su mujer y su hijo, con sus amigos... «Mi hermano eligió seguir luchando, porque sabía que le iban a matar». «Fue el intrépido capitán trueno, iba a hacer públicas muchas cosas y se dio cuenta de que era el siguiente cuando asesinaron a Morcillo. Todos los que estaban trabajando en una investigación fueron asesinados. Y no existe la casualidad».

Fue un político que «marcó la diferencia», que plantó cara a los terroristas y que decía que con ETA sólo se negociaba «el color de los barrotes de sus celdas».