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Monedero a Garzón: «No se pueden mezclar el agua y el aceite»

Anguita, Garzón y Monedero, en un momento de distensión antes de que empezaran el debate
Anguita, Garzón y Monedero, en un momento de distensión antes de que empezaran el debatelarazon

Podemos e IU escenifican su desacuerdo con un brusco intercambio de acusaciones.

Juan Carlos Monedero no se apartó ni un milímetro del guión del que hasta hace dos meses y medio fuera su partido y descartó, siguiendo la línea marcada por Pablo Iglesias, cualquier acuerdo con Ahora en Común o Izquierda Unida de cara a las próximas elecciones generales. Así se pronunció durante su conferencia en el curso de verano de la Complutense celebrado ayer en San Lorenzo de El Escorial bajo la dirección de Alberto Garzón, candidato de IU, y en el que, desde ayer hasta mañana, miércoles, participará la práctica totalidad de las fuerzas políticas situadas a la izquierda del PSOE: Equo, Amaiur, ERC, Anova-Irmandade, etc.

Las declaraciones de Monedero fueron templadas por la mañana, durante su conferencia en solitario. El cofundador de Podemos dijo que aunque «no se puede mezclar el agua con el aceite con un disfraz prestado», emplazaba a IU a llegar a un acuerdo, pero siempre después de las elecciones. Asimismo, repitió la imagen de que «la suma de muchas cabezas de ratón solo produce un ratón frankenstein» y volvió a asegurar que Podemos e Iglesias son la única alternativa con posibilidades.

La temperatura de la discusión subió sensiblemente durante la mesa redonda de debate que tuvo lugar por la tarde. Ante las presiones –amables por parte de Garzón y algo más contundentes por parte de Uralde, coportavoz y candidato de Equo–, Monedero saltó y atacó con dureza a Izquierda Unida: «Si todo el mundo hubiera hecho antes los deberes en los dos últimos años como los ha hecho Podemos, la discusión hoy sería otra», dijo. «Se pretenden hacer los deberes corriendo en dos meses cuando todavía hay soluciones que no se han solventado» incidió. La cosa pasó a mayores cuando Monedero recordó la actitud de IU durante la campaña electoral de las elecciones municipales de Madrid. «IU Federal hizo campaña contra Manuela Carmena», acusó. En ese momento Garzón se vio obligado a rectificar a Monedero recordando que IU Federal no respaldó a ninguna candidatura oficialmente, lo que provocó protestas entre los alumnos asistentes al curso. «Lo mínimo es la cortesía, cosa que os ha faltado en este momento», remató Monedero. Alberto Garzón intentó defenderse y recordó: «Me han caído tortas en IU por decir que me importa la revolución y no las siglas». Monedero no pareció muy impresionado por las excusas del candidato comunista, con quien mantuvo siempre, incluso en los momentos de más tensión, un tono respetuoso. Para el cofundador de Podemos la ansiada unidad popular ya está siendo representada por las siglas del que hasta hace poco era su partido y por la figura de Pablo Iglesias. Dejar de lado la marca Podemos sería, dijo, «un despilfarro democrático».

Tanto en su conferencia inaugural como en la mesa redonda posterior, Garzón mantuvo una postura constructiva y conciliadora. Se negó a darse por aludido de las acusaciones de «chantaje» lanzadas por Iglesias el pasado sábado en el Foro del Cambio de Podemos y se desmarcó de la iniciativa de Ahora en Común asegurándo que detras de ella no estaba IU.

Juan López Uralde, de Equo, fue más agresivo y afirmó sin ambages que «después de las elecciones a lo mejor sumamos, pero si nos unimos antes multiplicamos», respondiendo a la invitación de Monedero de dejar el diálogo para después de los comicios de finales de año.

Otra de las personalidades de la izquierda que participó ayer en el curso dirigido Alberto Garzón fue el histórico Julio Anguita, ex coordinador general de IU. Anguita propuso una tercera vía a Garzón e Iglesias para lograr la ansiada candidatura de unidad popular, una suerte de alternativa equidistante las planteadas hasta el momento por Podemos (apego a su marca, liderazgo de Iglesias) y Ahora en Común (confluencia heretogénea con el referente de las candidaturas victoriosas en Madrid y Barcelona).

Para el histórico dirigente comunista la solución pasa por acordar un decálogo de propuestas «tan sencillo que nadie se pueda oponer» como paso previo «y quizá suficiente» para elaborar una unidad popular capaz de desbancar al bipartidismo.

Anguita consideró asimismo superado el modelo de los partidos políticos tradicionales al considerar que se han convertido en maquinarias electorales y que las formaciones herederas de las internacionales socialistas «han perdido la batalla».