Cambios en el PP

Moragas asumirá de facto muchas funciones de la Secretaría General

Rajoy presidirá la próxima semana su primera reunión del Comité de Dirección

Los nuevos vicesecretarios del PP, Fernando Martínez Maíllo, Pablo Casado y Javier Maroto, ayer, en una cafetería cercana a Génova
Los nuevos vicesecretarios del PP, Fernando Martínez Maíllo, Pablo Casado y Javier Maroto, ayer, en una cafetería cercana a Génovalarazon

Génova empezó ayer a ajustarse al nuevo equipo que desembarcará del todo este próximo lunes para empezar a ejercer sus funciones. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, presidirá también esta semana su primera reunión del Comité de Dirección, mientras que en paralelo las nuevas caras del partido asumen desde el primer día el mandato de Rajoy de aumentar la presencia pública para explicarse más y mejor. Pero más allá del primer golpe de interés mediático que acompaña a la designación de los nuevos vicesecretarios, los cambios anunciados el jueves por el jefe del Ejecutivo van a empezar también a tener efectos de manera inmediata en el funcionamiento interno de la organización y en los equilibrios de poder.

Uno de los elementos que más ha llamado la atención en clave interna es la premura con la que Rajoy ha nombrado al director de su campaña electoral, Jorge Moragas, el también director de su Gabinete. Y no cabe la interpretación de que se está reservando una carta para manejar un posible adelanto electoral porque este mismo jueves volvió a confirmar su intención de agotar la Legislatura. Una prueba de ello es su decisión de preparar y aprobar unos Presupuestos Generales del Estado para 2016, aunque no se puedan tramitar en el Parlamento por la disolución de las Cortes. En el PP nunca se ha nombrado un jefe de campaña con tanta antelación, un argumento validado por los más veteranos del partido. Y otra tradición es que el jefe de campaña de unos comicios generales sustituye de facto al secretario general porque en el día a día pasa a tomar el control de la mayoría de las decisiones. Dentro de la estrecha relación que ya mantienen en Moncloa, Moragas seguirá despachando con Rajoy. Y desde allí se moverán los hilos del partido, su coordinación con el Gobierno y la movilización territorial.

Rajoy cuadró la crisis en menos de 24 horas. Empezó el miércoles por la noche y algunos de los afectados se enteraron de sus decisiones el mismo jueves. En el caso de Carlos Floriano, él le comunicó personalmente su relevo en la Vicesecretaría de Organización y de Comunicación, ofreciéndole la posibilidad de quedarse en Génova o asumir más responsabilidades en el Congreso, donde será portavoz adjunto de Economía. El nuevo portavoz, Pablo Casado, se enteró de su nombramiento dos horas antes de la Ejecutiva y también por Rajoy. Pero también ha intervenido la secretaria general, María Dolores de Cospedal, en la comunicación de otros nombramientos como el de la catalana Andrea Levy como responsable de la Vicesecretaría de Estudios y Programas. Levy, señalada por Moragas, trabajará directamente con el nuevo jefe de campaña en la redacción del programa electoral. En cualquier caso, el nuevo organigrama del PP nace de Rajoy, y nace de Moncloa.

Para rejuvenecer el partido y multiplicar su presencia mediática Rajoy tirará de los nuevos fichajes, hasta el punto de que el nuevo vicesecretario de Comunicación, será el que asuma en el día a día la función de trasladar el mensaje de Génova, incluso a la hora de informar de los acuerdos adoptados en las reuniones internas o del Comité de Dirección. Esta tarea la asumió personalmente Cospedal, aunque desde antes de las elecciones autonómicas y municipales empezó a convertirse en un hábito que su rueda de prensa de los lunes quedase en manos de Floriano. Pero en todo lo que pueda, y en lo importante, el portavoz será el presidente del Gobierno.

El análisis en frío que hacen en el PP apunta que Rajoy ha vuelto a conseguir mover los engranajes en los que se sostiene con los cambios más pequeños que cabría esperar, esta vez al tocar sólo las vicesecretarías y nombrar al jefe de campaña. Y que la estrategia que ha seguido es la misma que aplicó en 2008 para conseguir que su partido se repusiese de su segunda derrota en unas elecciones generales bajo su etapa como presidente nacional de su formación, la de reforzarse a sí mismo rodeándose de un equipo más joven y con una imagen más moderna. Es evidente que los nuevos portavoces del PP coinciden en que representan a una nueva generación que, sin salirse de los cánones de la doctrina popular, la verbalizan y la trasladan con un guión que se ajusta más al que utiliza, por ejemplo, Ciudadanos. El jueves Rajoy criticó duramente al PSOE y a Podemos. Pero pasó por encima del partido de Albert Rivera. Y admitió ante su cúpula que una parte de los votos perdidos se han caído por el lado del centro. La estrategia para las generales va a tener una doble dirección: hacer «pedagogía» entre los suyos sobre las consecuencias del pacto Sánchez-Iglesias y achicar espacio a Ciudadanos, más que por el lado de la crítica por el de intentar absorber los elementos de su discurso y de su imagen que han podido atraer al electorado popular.

Objetivo: ilusionar. «Hemos captado el mensaje de la gente»

Los nuevos vicesecretarios del PP, Fernando Martínez Maíllo, Pablo Casado y Javier Maroto, se reunieron ayer en una cafetería de pinchos vascos al lado de Génova. Maroto asegura que si algo pueden aportar los alcaldes es que somos «personas de la calle, no de los despachos», y aboga por «escuchar opiniones que son críticas». El ex alcalde de Vitoria defendió que «con las medidas económicas sólo no vale» porque «hay que hablar con las personas y escuchar mucho más». Pablo Casado considera que ahora hay que «hablar de futuro» y «hay que ilusionar», porque «el código político no ha cambiado; no basta con convencer, hay que escuchar», y aseguró que han escuchado «el mensaje de la gente». Casado también respaldó el nombramiento de Martínez-Maíllo, imputado por una decisión adoptada en 2009 de refinanciación de un crédito al ex presidente de Caja España. «Se tiene que resolver la resolución de nulidad», y explicó que fue «imputado, desimputado y se ha solicitado la nulidad de esa imputación», informa Efe.