Política

Videos

Pacto telefónico para Europa

Imagen de archivo de Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba
Imagen de archivo de Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcabalarazon

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, han mantenido una conversación telefónica en la que han fijado las líneas básicas del acuerdo sobre Europa que ahora esperan ampliar al resto de grupos del Congreso.

El Gobierno considera que el acuerdo con el PSOE sobre la posición común de cara a la trascendental cumbre europea de finales de mes tiene más valor en clave de política nacional que en la liza que se libra en la Unión Europea (UE). Ayer el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, terminaron de perfilar las líneas maestras de este pacto en una larga conversación telefónica al final de la mañana. Y para hoy los dos principales partidos han convocado una reunión en el Congreso con el resto de grupos para escuchar sus aportaciones e intentar ampliar el consenso para sacar adelante la proposición no de ley en la que se plasma este entendimiento. El primero que se escenifica con formas tan sonoras en lo que va de Legislatura.

El pacto tiene un importante valor simbólico en un contexto nacional en el que la gestión de la crisis es el ring en el que Gobierno y oposición libran su batalla política más intensa. Pero, al menos para Moncloa, de puertas afuera su trascendencia es más limitada. La opinión pública demanda acuerdos y el Ejecutivo se felicita de un pacto «que recoge los ejes en los que Rajoy ha centrado su batalla con Bruselas y Berlín ante el próximo Consejo Europeo». En ese sentido, Moncloa recordaba ayer tarde que en esta cumbre de los días 27 y 28 España se juega mucho, tanto como el ritmo de la salida de la recesión. «Y por eso el presidente ha liderado personalmente una intensa ofensiva diplomática centrada en conseguir que se impulse la unión bancaria, para dar un mensaje de confianza en el euro que consolide la rebaja de la prima de riesgo; ayudas contra el desempleo; y financiación de las pymes con la intervención directa del Banco Europeo de Inversiones (BEI)», explica uno de sus asesores.

El crédito a pymes a través del BEI y también del Banco Central Europeo (BCE), el plan de empleo juvenil europeo paralizado desde hace meses, la demanda de más inversiones y medidas de crecimiento a cargo de fondos europeos, poner en marcha el acuerdo de hace un año sobre la unión bancaria y la arquitectura del mercado interior en la Unión son, precisamente, las líneas maestras del consenso entre Rajoy y Rubalcaba. El borrador sobre el que han trabajado ha contado con la participación de la Secretaría de Estado para la UE, que dirige Íñigo Méndez de Vigo, y sobre esta base están negociando con los demás grupos. Por parte del PSOE, el interlocutor principal ha sido el diputado Juan Moscoso.

El borrador recoge la agenda prevista para la cumbre y apela a la necesidad de que la UE cumpla sus acuerdos y avance de verdad en la integración bancaria, política y financiera. Es decir, que se ajusta al dedillo al discurso y a la estrategia con la que Rajoy ha estado moviéndose en el ámbito diplomático desde hace semanas para tejer alianzas con otros países que comparten parecidas reivindicaciones. Entre otros, con Italia, Portugal y Francia.

Solemnizar lo obvio

Parecido periplo por Europa pero con los líderes de la socialdemocracia ha tenido Alfredo Pérez Rubalcaba en los últimos meses. Y el propósito era idéntico al del presidente Rajoy: defender un cambio de rumbo en la política europea frente a la crisis y convencer de que las medidas de austeridad debían combinarse con políticas de crecimiento. Lo cierto es que ambos han transitado por la misma senda en este asunto desde el inicio de Legislatura. Tanto es así que hay quien considera relativo el valor del texto acordado, un documento de ocho puntos que pone negro sobre blanco lo que Gobierno y oposición vienen sosteniendo desde la tribuna del Congreso desde hace meses. Solemnizan, pues, lo obvio. Pero, todo sea por trasladar a la opinión pública el mensaje de que en los asuntos de Estado es posible el demandado acuerdo.

Más allá de las intenciones, el PSOE da especial relevancia a uno de los apartados del punto cuatro del acuerdo, el que pide que se habiliten mecanismos «que tengan en cuenta los esfuerzos para promover el empleo juvenil en el marco de los procedimientos existentes para asegurar los procesos de consolidación fiscal». Más claro: que el gasto destinado a la creación de empleo juvenil no compute en el déficit.

Tiene también especial significado el apartado en el que se aboga por la utilización de los recursos asignados a la iniciativa sobre el empleo juvenil en los primeros años de vigencia del próximo marco financiero plurianual. El propósito es que los 6.000 millones en 7 años aprobados en Europa para la creación de empleo juvenil se amplíen y además lleguen a los estados miembro en dos años. Huelga decir que el objetivo prioritario para España, según consta en el documento al que ha tenido acceso LA RAZÓN, es «incrementar el volumen total de fondos del Banco Europeo de Inversiones destinados a las pymes», así como «aumentar su capacidad para otorgar a los bancos comerciales garantías de alta calidad sobre las carteras de nuestros préstamos a las pequeñas empresas». Todo ello, además de defender el desarrollo de un programa de ayuda al comercio para permitir el acceso de las empresas europeas a los procesos de licitación internacionales y facilitar el crédito a la exportación.

En el marco de la Estrategia Europea 2020, el texto consensuado ayer –pero abierto a las aportaciones de otros grupos– apuesta por potenciar el papel de los agentes sociales para favorecer su consulta y su participación en Europa. Y lo más importante: insta a todas las instituciones europeas, incluido el BCE, a adoptar medidas que acaben con «la fragmentación de los mercados financieros». Dicho de otro modo, que se ponga fin a las diferencias en las condiciones de financiación de las empresas.