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Pataleta de Podemos por el «gallinero» del Congreso

Errejón escenificó el enfado de su partido y tildó la decisión aprobada por PP, C’s y un voto del PSOE de «cacicada pueril y vergonzante».

Dibujo publicado por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, en Twitter
Dibujo publicado por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, en Twitterlarazon

Errejón escenificó el enfado de su partido y tildó la decisión aprobada por PP, C’s y un voto del PSOE de «cacicada pueril y vergonzante».

Aunque Pablo Iglesias ha repetido hasta la saciedad desde las elecciones que «no es hora de hablar de sillones» lo cierto es que desde que comenzó la legislatura, Podemos apenas ha hablado de otra cosa: primero fueron los cuatro grupos parlamentarios para las confluencias, más tarde el reparto de ministerios que se planteó a Pedro Sánchez para apoyar su investidura, finalmente, ayer, mismo, el portavoz de Podemos en el Congreso puso el grito en el cielo y calificó de «cacicada» el resparto de escaños decidido por la Mesa que relega a Podemos al gallinero del hemiciclo y evitará que Pablo Iglesias se siente cerca de la fila inmediatamente posterior al banco azul ocupado por el Gobierno.

Basta un somero vistazo a la disposición decidida ayer por la Mesa para entender que la pataleta de Errejón ayer en el Congreso de los Diputos está justificada... como también está justificado que la Mesa, soberana en estas cuestiones, haya tomado la decision que crea conveniente. Podemos sin duda se siente más cómodo en las redes sociales que en el complejo juego de negociaciones que caracteriza el funcionamiento de las instituciones del Estado. En cualquier caso el partido morado anunció que impugnará la decisión, que también califico de «vergonzante» y de «pueril». Errejón piensa que la decisión es, además, «partidista» porque condena a una formación política que ha logrado 5 millones de votantes al «gallinero» y silencia la voz del cambio.

El sector central del Salón de Plenos, el que ocupó Podemos en la sesión inaugural del 13 de enero, será finalmente ocupado por los diputados del PNV (que conservan su situación en la pasada legislatura) y por los de Ciudadanos, partido que, junto al PP, ha gestado el acuerdo que fue presentado a la Mesa por la vicepresidenta Celia Villobos. El 13 de enero Podemos se sentó en esa zona no porque les correspondiera sino, sencillamente, porque llegaron antes. El reparto ha sido aprobado con los votos a favor del PP y de Ciudadanos. El PSOE, por su parte, ha jugado a la equidistancia, ya que el presidente Patxi López no votó. Sin embargo, su vicepresidenta segunda, Micaela Navarro, votó a favor de la disposición de escaños que tanto ha enfurecido a Podemos. No hubo sorpresas en cuanto a la lectura de la maniobra que ofreció el número dos de Podemos en una rueda de prensa inprovisada en el Congreso. Para el número dos de Iglesias se trata de una prueba más de que se ha forjado ya una «gran coalición» que pretende atrincherar en las instituciones a las fuerzas del inmovilismo para que «las cosas no cambien». «Pobre del que con esta medida intente invisibilizar a la fuerza de los diputados del cambio», avisó. Errejón dijo mostrar respeto por los partidos que van a estar mejor situados en el hemiciclo pero reiteró su opinión de que Podemos logre un puesto con más visibilidad para que se refleje el resultado electoral del 20 de diciembre. Iglesias se hizo eco de la decisón de la decisión de la Mesa en su cuenta de Twitter: «5 millones de votos al gallinero. Esto es lo pactado en la Mesa por PP y Ciudadanos, con apoyo de la vice del PSOE», fue su mensaje.

La decisión de la Mesa es revisable pero no recurrible. Aunque no se había producido nunca antes un desacuerdo de estas características y por lo tanto no hay un precedente claro, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional concede plenos poderes al órgano de gobierno del Congreso para que decida sobre este tipo de asuntos.

Por su parte, la vicepresidenta primera del Congreso de los Diputados, Celia Villalobos, calificó de «infumable» la actitud del presidente de la Cámara Baja, Patxi López, por atribuirle el reparto de los escaños en el hemiciclo del Congreso. Así lo aseguró en declaraciones a Servimedia después de que López, en rueda de prensa, explicara que Villalobos planteó en la Mesa del Congreso, como es tradición al inicio de cada legislatura, su propuesta de distribución de los grupos en la Cámara Baja. «La actitud del presidente del Congreso es infumable», denunció Villalobos, para criticar que López le haya responsabilizado de esta decisión tras las críticas de Podemos por la ubicación que le corresponda. La vicepresidenta primera de la Cámara Baja insistió en que no es «tan especial» como para tomar ella «sola» una decisión que, subrayó, estaba tomada por adelantado. «El presidente del Congreso tiene que saber que la vicepresidenta primera no está tan loca como para llevar una propuesta», aseguró. Incidió, además, en que la vicepresidenta segunda de la Mesa del Congreso, la socialista Micaela Navarro, votó en el mismo sentido que el PP.