Nacionalismo

Por qué va a fracasar la consulta soberanista

Por qué va a fracasar la consulta soberanista
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A pesar de que Puigdemont ha anunciado el referéndum con Oriol Junqueras a su lado, las diferencias entre ambos son cada vez mayores y la guerra soterrada es más que evidente. Esta es una de las razones por las que la consulta puede fracasar.


1. Aprobación de la Ley de Transitoriedad.

– Antes de convocar el referéndum, el Parlament de Cataluña deberá aprobar la ley de desconexión con España, que –según la versión independentista– avalará la legalidad de la consulta unilateral. Esta ley se aprobará sin debate y en apenas 24 horas, tras la reforma de los mecanismos en la Cámara Catalana. Atendiendo a la fecha del 1 de octubre, la ley se aprobará en pleno mes de agosto con el objetivo de coger con el pie cambiado al Gobierno, a la Fiscalía y al Tribunal Constitucional.

2- El apoyo de Ada Colau

El independentismo ha sido incapaz de aumentar su base social y no ha conseguido el apoyo de Catalunya en Comú, la formación de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. En estos cuatro meses que restan hasta el 1 de octubre, tratarán de conseguir este apoyo, y se espera que llegue tras la reacción del Gobierno central para impedir la consulta que, hoy por hoy, es un «remake» del 9-N.

3- Elecciones Anticipadas

Todos los partidos, incluidos los independentistas, trabajan en este escenario ante el previsible fracaso del referéndum. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el PDeCAT, son los únicos que tratan de evitarlo ante las malas perspectivas electorales que les auguran todas las encuestas.

4. ¿Quién firmará el decreto de convocatoria?

–Se baraja que el decreto de convocatoria del referéndum lo haga el gobierno en pleno. Sin embargo, según la Ley de Gobierno 2/2016 los únicos responsables, y por tanto los que pueden ser inhabilitados, son el presidente, Carles Puigdemont, y la consejera de Gobernación, Meritxell Borràs, ambos del PDeCAT. O sea, el vicepresidente, Oriol Junqueras, (ERC) no sería inhabilitado, aunque firme, como pretende el PDeCAT.

5. Junts pel Sí

–A pesar de que Puigdemont ha anunciado el referéndum con Oriol Junqueras a su lado, las diferencias entre ambos son cada vez mayores y la guerra soterrada es más que evidente. En caso de elecciones, PDeCAT y ERC no renovarán la coalición Junts pel Sí.

6. Corrupción

ERC y la CUP se distancian del PDeCAT por la corrupción. La sentencia del «caso Palau» se conocerá antes del verano y todo apunta a que condenará a la antigua CDC, el «caso Pujol» ha deteriorado la imagen del ex presidente y de su partido, y el «caso del 3%» es toda una caja de sorpresas. La última, la imputación del que fuera mano derecha de Mas, Germà Gordó.

Esta situación no sólo deteriora las relaciones entre los socios independentistas, sino que ha abierto una profunda crisis en el PDeCAT. De hecho, Artur Mas, ha sido el gran ausente de la «nueva pantalla histórica» del independentismo protagonizada ayer por Puigdemont y Junqueras.

7. Tribunal de Cuentas

Los nervios están de punta en el secesionismo tras las investigaciones del Tribunal de Cuentas que considera que los gastos del 9-N pueden ser reclamados a los imputados de este proceso, a título individual. Mas, Homs, Ortega y Rigau, pueden tener que hacer frente con su patrimonio a 5 millones de euros si la denuncia prospera. Lo mismo que sucedería a todos los que participen en la nueva consulta ilegal.

8. Los funcionarios

–Son reacios a participar en el proceso del referéndum porque no están amparados por la legalidad. De momento, la Mesa de Contratación de las urnas está compuesta sólo por altos cargos porque los funcionarios han declinado participar. En el Govern se advierte de la posibilidad de un motín porque los funcionarios pedirán por escrito las órdenes de sus superiores.

9. ¿Qué hará el Gobierno?

–Cuando el referéndum se convoque y la Ley de Transitoriedad se apruebe, el Gobierno puede accionar diversos mecanismos legales como la suspensión de la autonomía o el control de los Mossos d’Esquadra, además de la acción de la Fiscalía y el Tribunal Constitucional.

10. Movilización en las calles

–Los independentistas se movilizarán y, en su fuero interno, anhelan mano dura por parte del Gobierno en «contra de la democracia del pueblo». Carles Puigdemont ya se preguntó en voz alta sobre cuáles serían las medidas de fuerza, o en palabras de Anna Gabriel de la CUP: «Nuestro movimiento de liberación nacional no descarta ninguna vía para defender sus objetivos».