Los Reyes presiden un desfile del 12 de octubre pasado por agua

Todas las miradas se han centrado en la zona de autoridades en busca de gestos y conversaciones entre los dirigentes políticos. Al final del desfile pudo verse hablar a Javier Fernández charlar con Guillermo Fernández Vara y Miguel Ángel Revilla y a éste último también, con Susana Díaz.

Los peores pronósticos meteorológicos se han cumplido y, finalmente, ha llovido en Madrid, lo que ha provocado que la parada militar con motivo del Día de la Fiesta Nacional quede todavía más deslucida de lo que viene siendo habitual en los últimos años debido a los recortes y la austeridad. Y es que desde ayer por la tarde ya se barajaba la posibilidad de suspender el desfile aéreo y a última hora de hoy los organizadores no han tenido más remedio que dar la orden de reducirlo y únicamente han volado los cazas y la Patrulla Águila. Así que el acto volvió a ser más simbólico que vistoso.

Aun así, el desfile, casi calcado al de años anteriores, venía marcado por el bloqueo político y las pocas novedades de esta edición ha habido que buscarlas con cuentagotas. Y en esta ocasión se situaban en la tribuna de autoridades. La principal, la presencia del presidente asturiano y de la gestora del PSOE, Javier Fernández, quien ha sustituido a Pedro Sánchez tras su dimisión. O la de la primera teniente de alcalde de Madrid, Marta Higueras, quien ha suplido a la regidora Manuela Carmena. En cuanto a las ausencias, además de la de la alcaldesa, también eran ya de sobra conocidas las de los presidentes Carles Puigdemont (Cataluña), Iñigo Urkullu (País Vasco), Uxue Barcos (Navarra), Ximo Puig (Valencia) y Alberto Núñez Feijóo (Galicia).

Así que todas las miradas se han centrado en la zona de autoridades en busca de gestos y conversaciones entre los dirigentes políticos. Y Fernández ha sido uno de los más observados.

Como también es costumbre, en los compases previos se han formado los clásicos corrillos, en los que han destacado las conversaciones del aragonés Javier Lambán y el castellanomanchego Emiliano García-Page. Cerca de ellos, la balear Francina Armengol y el extremeño Guillermo Fernández Vara no cruzaron palabra.

A las 11:00, puntuales, los Reyes Don Felipe y Doña Letizia han llegado a la plaza de la Lealtad acompañados de sus hijas, las infantas Sofía y Leonor. A pie de calle han sido recibidos por el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy; el ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés; el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Fernando García Sánchez y la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.

Tras los saludos protocolarios, el Rey, con uniforme de gala del Ejército de Tierra, ha pasado revista al batallón de honores antes de procederse al izado de la bandera nacional. El propio Don Felipe, como es tradición, ha sido el encargado de protagonizar el momento más emotivo de toda la parada: el homenaje a los que dieron su vida por España, colocando una corona de laurel bajo el monumento a los caídos. El silencio sepulcral durante el toque de oración ha sido roto por los siete aviones C-101 de la Patrulla Águila, que han dibujado los colores de la enseña en el nublado cielo madrileño, dando así comienzo al desfile aéreo, que ha quedado reducido por la lluvia

Más fácil lo han tenido con el terrestre, bajo el mando de la Brigada de Infantería Acorazada «Guadarrama XII» y de su responsable, general José Conde de Arjona. Al igual que en las ediciones anteriores, por el paseo del Prado han desfilado unidades de los dos Ejércitos, la Armada y la Guardia Civil. En total, 3.500 efectivos y 43 vehículos. Junto a ellos, las banderas de los 13 países miembros de la Fuerza de Muy Alta Disponibilidad de la OTAN (VJTF), liderada durante todo 2016 por España.

De nuevo, entre los más aclamados han estado los legionarios, que este año desfilaban con el Tercio «Alejandro Farnesio» y su bandera «Millán-Astray», el fundador de la Legión y a quien Manuela Carmena quiere quitar su calle de la capital.

De nuevo, entre los más aclamados han estado los legionarios, que este año desfilaban con el Tercio «Alejandro Farnesio» y su bandera «Millán-Astray», el fundador de la Legión y a quien Manuela Carmena quiere quitar su calle de la capital.

El fin del desfile ha supuesto nuevos corrillos entre los políticos y ha podido verse a Javier Fernández charlar con Guillermo Fernández Vara y Miguel Ángel Revilla y a éste último también, con Susana Díaz. Todo, poco después de que los Reyes se despidieran y pusieran rumbo al Palacio Real para la tradicional recepción.