El desafío independentista

Puigdemont, sobre su futuro: «O décadas en la cárcel en España o muchos años en el exilio»

El expresidente catalán concede una entrevista al diario británico “The Times” en la que asume que no volverá a ser president en Cataluña

Carles Puigdemont posa para los fotógrafos tras un encuentro con periodistas extranjeros acreditados en Alemania esta semana. EFE/ Hayoung Jeon
Carles Puigdemont posa para los fotógrafos tras un encuentro con periodistas extranjeros acreditados en Alemania esta semana. EFE/ Hayoung Jeonlarazon

El expresidente catalán concede una entrevista al diario británico “The Times” en la que asume que no volverá a ser president en Cataluña

El expresidente catalán Carles Puigdemont, en libertad bajo fianza en Alemania, afirma en una entrevista publicada hoy en la revista británica "The Times Magazine"que afronta su situación como "provisional"y prefiere no trazar planes de "futuro".

"La opción más realista es no tener un plan para el futuro. En el peor de los casos, seré extraditado a España. Eso significa que mi futuro estará claro: décadas en la cárcel. Si no, probablemente pasaré muchos años en el exilio", ha dicho Puigdemont al suplemento del diario "The Times"., que le sigue llamando “el 130ª presidente de Cataluña”.

La periodista Sally Williams visitó al expresidente en Berlín, donde ha fijado su residencia mientras los jueces alemanes estudian su entrega a España, que lo reclama por delitos de rebelión y malversación de fondos públicos.

"Cuatro acompañantes silenciosos -dos guardaespaldas policiales y dos seguidores (de Puigdemont), todos ellos de Cataluña-, me conducen hacia una habitación"en un "cómodo"y "anónimo piso de Berlín", describe Williams al narrar el encuentro.

Puigdemont dice en la entrevista que puede moverse dentro de Alemania siempre que avise con antelación a las autoridades judiciales y que cada martes debe presentarse en una comisaría de Berlín.

"No soy un fugitivo. No estoy viviendo una vida clandestina. Soy un presidente. Tengo que reunirme con gente, actuar, no vivir en la oscuridad", afirma.

Puigdemont indica que no quiere "hacer ninguna concesión a la tristeza"y que está "tratando esta situación como provisional".

"No poder besar a mis hijas cada noche, explicarles cuentos... Es imposible acostumbrarse a esta situación. Están asustadas. Lo puedo ver en sus ojos", agrega el expresidente a la revista británica.

El artículo señala que su rutina consiste en salir a "tomar un café o a comer"durante el día, si bien la mayor parte del tiempo "se queda en su apartamento y trabaja".

Puigdemont sostiene que el referéndum sobre la independencia de Escocia que se celebró en septiembre de 2014 "demostró que era posible en Europa el derecho a la autodeterminación"y que su objetivo era "hacer lo que hicieron los británicos y los escoceses".

Preguntado por la periodista si en algún momento pensó en entregarse, contesta que no, “porque en la cárcel me convertiría en rehén sin libertad de expresión, sin libertad de movimiento. Y uso esa libertad para defender nuestra situación y denunciar a las autoridades españolas. Desde el exilio -dice-, podemos actuar, presionar. Si todos los miembros del antiguo gobierno catalán estuvieran en prisión, nadie hablaría de nosotros“.

Insiste la periodista en que son muchas las voces que creen que habría hecho más por la causa al enfrentarse a Madrid y, como mínimo, liderar una campaña de desobediencia civil, a lo que él responde: “No quiero ser mártir. Quiero ser un luchador“.

En el panegírico que la periodista hace del expresidente catalán en una más que complaciente entrevista, Puigdemont, que carga contra España una y otra vez -“El desastre fue provocado por las autoridades españolas” llega a decir-, asegura que si de algo se arrepiente es de no haber proclamado la independencia inmediatamente después del referéndum ilegal del 1 de octubre.

“Tenía información directa de que había una ventana abierta para el diálogo político si no tomábamos ninguna decisión irreversible. Siempre priorizo ​​el diálogo como una forma de hacer las cosas, y es por eso que retrasé la declaración de independencia. Pero fue un error. Nunca iba a haber ningún diálogo. Y una semana después, estábamos en una peor posición. Fue un engaño irresponsable del gobierno español“, dice e insiste en que “todavía soy el presidente”.

Sobre su futuro: “En el peor de los casos, seré extraditado a España, lo que significaría que pasaré décadas en la cárcel. Si no, probablemente pasaré muchos años en el exilio”, finaliza.