Política

Ciudad Real

Quince años sin una visita

La Razón
La RazónLa Razón

La vida de Miguel Ricart en prisión no ha sido un camino de rosas, pero tampoco lo será ahora en la calle, ya que no parece que haya muchas personas de su pasado dispuestas a tenderle la mano. De hecho, durante los últimos 15 años nadie le ha ido a visitar a la prisión de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), según comentaron a LA RAZÓN fuentes cercanas a la penitenciaria manchega. Así, nadie aguardaba a su salida el viernes en las inmediaciones de la prisión, donde ha permanecido durante 21 años. Y es que, a lo largo de todo este tiempo sólo durante los primeros cinco años recibió alguna visita de familiares o amigos. El autor del triple asesinato de Alcàsser, que ha puesto rumbo a Jaén, no ha tenido un mal comportamiento durante su estancia en prisión. Sólo tres expedientes disciplinarios, una cifra que los funcionarios de prisiones consideran normal. Ricart ha buscado siempre el apoyo de los propios funcionarios de la prisión, porque los presos con antecedentes de violación generan rechazo al resto, por lo que éstos son sus únicos aliados durante su etapa en la cárcel, según cuentan fuentes penitenciarias. Ricart ha dedicado sus últimos años de prisión a servir a sus compañeros en el comedor, porqué él era uno de los encargados de que todos los presos tuvieran su plato de comida encima de la mesa. Además, compartía prisión con el asesino de Olga Sangrador, Juan Manuel Valentín Tejero, que abandonó la prisión 24 horas antes que él. Por otro lado, aunque Ricart ha hecho alguno de los programas de los que oferta la Administración para violadores, «no parece que tengan un pronóstico favorable de reinserción», según indicó el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, en declaraciones recogidas por EP.