Cataluña

Rajoy apelará a la aplicación del 155 para contener la crisis interna

El PP entra en pánico mientras que Moncloa niega que se puedan extrapolar resultados.

Sombras de votantes que hacen fila frente a un colegio electoral de Barcelona para ejercer el derecho al voto en estas autonómicas
Sombras de votantes que hacen fila frente a un colegio electoral de Barcelona para ejercer el derecho al voto en estas autonómicaslarazon

El PP entra en pánico mientras que Moncloa niega que se puedan extrapolar resultados.

Mariano Rajoy ha convocado esta mañana al Comité Ejecutivo del PP para defender su estrategia en Cataluña e intentar limitar sobre su Gobierno y sobre su liderazgo el coste del batacazo del PP catalán, que se queda sin grupo parlamentario en el nuevo Parlament. Anoche Génova respondía con críticas a Ciudadanos (Cs) por su estrategia de campaña, lo que anticipa una guerra cruenta entre los dos partidos.

Pero al jefe del Ejecutivo sólo le queda utilizar la victoria en votos del constitucionalismo como salvavidas para minimizar el impacto de la debacle de su candidato, Xavier García Albiol. En el PP esperan su relevo a medio plazo.

Cataluña ha marcado su segundo mandato, en minoría, y seguirá estando muy presente en los próximos meses. El discurso de Rajoy se sostendrá en el argumento de que la política de su Gobierno es la que ha llevado a unas elecciones limpias, con garantías, y en las que el constitucionalismo ha conseguido un resultado histórico y que acaba con la unilateralidad. La gestión de la aplicación del artículo 155, con la convocatoria inmediata de elecciones, fue valorada como una jugada muy hábil por parte de Rajoy. Pero esa jugada pasó ayer su examen y Rajoy era consciente de que se enfrentaba al riesgo de que la situación se diera la vuelta. De tal manera que lo que fue un acierto se convirtiese en una equivocación y que desde su partido se le echase en cara haber aplicado un «155 suicida», que ha servido para confirmar la «muerte» del partido en Cataluña. El resultado favorece a Cs frente al PP en su proyección nacional, después de una campaña en la que Rajoy se ha implicado intensamente para contener las debilidades de su candidatura.

La dirección popular argumentaba anoche que las dinámicas nacionales son distintas a las que existen en Cataluña, y que sus siglas aglutinan mejor el voto útil en el resto del territorio nacional, una tesis que es verdad que se ajusta a reglas que hasta ahora han funcionado así. Pero en el análisis también entran otras variables como que el excelente resultado del partido de Rivera puede influir en la imagen del peso que se reparten el PP y Cs a nivel nacional y da oxígeno, sin duda, a estos últimos ante las autonómicas y municipales que se celebrarán dentro de poco más de un año. No es que llegue a condicionar esas elecciones ni tampoco la duración de la Legislatura de manera inmediata, pero dificulta el objetivo de Rajoy de que las generales sean en junio de 2020. Su reto inmediato es salvar la negociación en marcha con el PNV para los Presupuestos de 2018. Rajoy utilizará su discurso de hoy ante la Ejecutiva popular para intentar echar tierra sobre los resquemores y la preocupación que el resultado catalán deja entre sus filas. Necesita mantener la imagen de estabilidad para seguir adelante con esa negociación con el PNV. La soledad parlamentaria ha sido una constante de la Legislatura, y Rajoy quiere desvincular a Cataluña de la duración de su segundo mandato.

Pero la preocupación en las filas populares no es por el anticipo electoral sino por el desgaste de sus siglas y de su capacidad de recuperar posiciones frente a Cs para afrontar unas próximas elecciones autonómicas y municipales en las que están obligados a mejorar resultados. En 2015 perdieron mayorías absolutas en feudos históricos. La única «carta» del presidente es aprovechar la gestión del problema catalán para dirigirse al resto de España y reclamar para sí los beneficios de haber plantado cara al secesionismo y haber «puesto fin» a la vía unilateral.

Un veterano dirigente autonómico del PP comentaba ayer que los resultados hay que «estudiarlos en frío». «No hay que perder de vista a Ciudadanos y no podemos seguir pensando que el centro-derecha es nuestro. Los de Rivera están para quedarse y habrá que tomar decisiones para enfrentarse a un competidor que ha demostrado su capacidad de morder en nuestro electorado».