Mariano Rajoy
Rajoy reivindica su política ante Aznar, que no participará en la convención del PP
Carga contra Pedro Sánchez por ser el «portamaletas» de Podemos. Génova dice que el ex presidente no irá a la Conferencia porque es una reunión de trabajo
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, respondió ayer en la clausura del Campus FAES a cada una de las enmiendas a su acción política y económica que le planteó hace una semana el ex presidente José María Aznar. Pero lo hizo sin que lo pareciera expresamente, sin citar ninguna de esas críticas. Los dos políticos guardaron las formas y en su discurso Rajoy no aludió a los reproches verbalizados por Aznar, sentado a su lado durante este acto de FAES. Aznar tampoco quiso aprovechar la presentación de la conferencia de Rajoy para recordar alguno de aquellos dardos, como el de instarle, por ejemplo, a promover una rectificación «suficiente, clara y contundente» de la dirección del PP, a recuperar el «ADN del partido», la unidad interna y el centro derecha para ganar las elecciones generales.
Ayer, el ex presidente, sin embargo, tiró de un discurso más amable para subrayar que el año que viene se cumplirán 20 años de la fecha en la que el Partido Popular llegó por primera vez al Gobierno de España y que le gustaría celebrar el aniversario «después de un gran triunfo del Partido Popular». A Rajoy le deseó «muchos éxitos». El cuidado en el verbo que pusieron los dos no escondió la distancia que sí dejó ver la gestualidad entre ambos. El próximo fin de semana el PP celebrará su Conferencia Política en Madrid, en la que empezará a marcar la precampaña electoral con los ejes de su programa. Política social, recuperación económica, regeneración democrática... Todo al servicio de combatir el desgaste en votos sufrido en esta Legislatura y remontar para las generales. La Conferencia reunirá a todo el partido, dirigentes nacionales y territoriales, pero no está previsto que participe en ella Aznar, según confirmaron fuentes de Génova. Justifican esta decisión en que es una reunión de trabajo y no una convención o un congreso.
El presidente aprovechó el marco del cierre de los cursos de verano de FAES para reivindicar su gestión económica, sus reformas, su política social, la situación del PP, «hoy única garantía de estabilidad y certidumbre», y hasta su ilusión por liderar de nuevo la candidatura para las próximas elecciones generales. Y ante el ex presidente, Rajoy desenfundó toda su artillería contra el PSOE y contra Podemos, mientras que asumía que su proyecto aún tiene muchas cosas por hacer, pero afirmando que ha sido acertado y ha servido para salvar a España de la situación de prequiebra que se encontró cuando llegó al poder.
Sobre los pactos del PSOE con Podemos y otras fuerzas minoritarias para gobernar, sentenció: «El PSOE es un títere de los radicales. Lo que hemos visto después de las elecciones autonómicas es lo que ocurrirá si el PP no gana con mayoría las elecciones generales». Rajoy defendió que su partido es la única garantía de estabilidad frente al PSOE y frente a los populismos de todo signo que proliferan por Europa, y también en España, y «que se aprovechan del dolor de la gente». «Prometen el cielo en la tierra pero empiedran el camino a la pobreza», apostilló.
El presidente contestó también a los que dentro de su partido critican su estrategia y que su discurso lo fíe todo a la economía y a la advertencia del riesgo de la alianza de los socialistas y Podemos. Y lo hizo enarbolando precisamente las esencias de ese mensaje. Ante las elecciones generales, advirtió del peligro de la reproducción del pacto que se ha visto en las elecciones autonómicas y locales. «Hay un riesgo más sutil y peligroso: aquellos que rompen con su centralidad para ser portamaletas de los rupturistas. El PSOE ha hecho un cordón sectario contra el PP. Han puesto a radicales en lugares donde ha ganado el PP porque así ha querido el PSOE».
En defensa de su gestión económica, recordó que España es el país de la UE que más va a crecer entre los grandes; que hay 300.000 parados menos que cuando comenzó la Legislatura y que hoy hay más «personas ocupadas y cotizando a la Seguridad Social que cuando llegamos al Gobierno en las situaciones más difíciles». Recordó todas las reformas económicas y políticas que ha aprobado y concluyó ante Aznar que «España es hoy un país mejor que el que nos encontramos». Incluso reivindicó su hacer en el capítulo impositivo, uno de los más cuestionados por sus votantes más ortodoxos y que también le han echado en cara desde el sector crítico que lidera Aznar, y con el que coquetea Esperanza Aguirre. «Diez días después de llegar al Gobierno nos vimos obligados a subir el impuesto de las personas físicas. Las circunstancias no nos permitían otra cosa, pero hoy las circunstancias son distintas y por tanto el ideal se puede poner en práctica. Lo cierto es que la mayoría de los españoles pagarán al final de esta Legislatura menos IRPF que al principio», sentenció. Para apostillar ,que si en 2011 no hubieran subido los impuestos, hubieran tenido menos críticas, pero «hubiéramos hecho un flaco servicio al interés general de todos los españoles».
FAES ha aprovechado este curso de verano para publicar un informe sobre la evolución de la desigualdad en España. Y también a esto contestó Rajoy al poner en valor que con su gestión ha conseguido preservar en las circunstancias más difíciles los grandes pilares del Estado del Bienestar, el sistema de pensiones, el seguro del desempleo, la sanidad pública, «nuestro sistema educativo y de servicios sociales». «Hoy ya nadie habla de la quiebra de España; al contrario. La situación de España tiene poco que ver con el comienzo de la legislatura; vivimos una fase de recuperación acelerada y nuestra economía es la que más crece de Europa». Aunque el presidente sí reconoció el largo camino que falta por recorrer: «Todavía hay una realidad dura y amarga, con muchas personas que no viven en primera persona la recuperación. Esos españoles son nuestro principal acicate para seguir trabajando».
«Hemos cumplido con los españoles en nuestro principal compromiso: volver al crecimiento y a la creación de empleo. Hemos trazado la hoja de ruta que conduce al bienestar. Quedan cosas por hacer, pero lo peor ha quedado atrás. Se nos pueden reprochar algunas decisiones, pero no que no hayamos hecho lo que teníamos que hacer», argumentó.
En relación con el problema catalán, apeló a su discurso en defensa de la soberanía nacional y se felicitó de la encuesta del Gobierno catalán que presenta un descenso del apoyo al independentismo.
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