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Rajoy: «El cambio del PSOE y Podemos se mira en Grecia»

Mariano Rajoy, junto a María Dolores de Cospedal a su llegada a la segunda jornada de la Conferencia Política del PP.
Mariano Rajoy, junto a María Dolores de Cospedal a su llegada a la segunda jornada de la Conferencia Política del PP.larazon

Proclama que el PP es el único que garantiza no volver a la pesadilla de la recesión y alerta de que un gobierno de izquierdas pondría fin a la recuperación

Mariano Rajoy cerró ayer la Conferencia del PP con un discurso de análisis de la situación política, sin anuncios, pero de contenido claramente electoral. La precampaña está en marcha y Rajoy se mete de lleno en ella mirando a Grecia y bajo la advertencia de que Podemos apoya las políticas que allí aplica Syriza y que el PSOE se hace corresponsable del apoyo a esas políticas por las coaliciones de gobierno que ha firmado con el partido de Pablo Iglesias. El PP o volver a la «pesadilla» de un Gobierno de izquierdas que pondría fin a la recuperación económica, a la creación de empleo y al crecimiento. El mensaje electoral está ya definido, y va unido a un discurso social y al recordatorio de cómo empezó la Legislatura, con España en una situación de prequiebra, y la comparación entre ese pasado y las buenas perspectivas que hoy acompañan a la economía española. Génova había anunciado un documento con conclusiones del debate de la Conferencia Política, que se quedó en los discursos de cierre de Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación, y Andrea Levy, responsable de Estudios y Programas.

Rajoy dirigió el tiro a movilizar a su voto abstencionista bajo la advertencia de todos contra el PP. «Que nadie se llame a engaño con lo que pueda pasar. Las recientes elecciones municipales nos han dado una buena lección a todos: o el PP logra una mayoría suficiente para continuar la tarea emprendida o cualquiera de las demás candidaturas buscará alianzas para impedir que gobernemos». El presidente del Gobierno gastó todos sus cartuchos en instar a la movilización interna y de sus votantes bajo el lema de que el PP tiene la obligación de llegar a esa gran mayoría de españoles que han sabido luchar contra la crisis y comprometerlos con el objetivo primordial de impedir que «España regrese a la pesadilla de la que hemos salido». «Tenemos que convocar a los españoles a un futuro de bienestar, empleo y convivencia en paz», puntualizó.

Rajoy dio por conseguidos los objetivos que se había marcado al arranque de la legislatura y advirtió de que lo que hay ahora en juego es consolidar el objetivo de alcanzar los 20 millones de empleos en la próxima Legislatura y poder seguir avanzando en la rebaja de impuestos. «Las cosas no han salido bien por casualidad, que es en lo que están ahora algunos, hay formas diferentes de gobernar. Han salido bien porque tuvimos la voluntad de aplicarlas; porque supimos perseverar contra corriente, incluso contra la incomprensión, hasta lograr que dieran fruto», argumentó.

El presidente también incidió en el discurso social y en presentarse como el garante el Estado del Bienestar, que su política, según subrayó, ha conseguido salvar de los efectos de la crisis. «En unas circunstancias de extrema escasez, cuando hay que mirar mucho cada euro que se gasta, nos propusimos, y hemos sido capaces, de sostener los pilares fundamentales del Estado del Bienestar. Este partido, habría que ver otros», argumentó. Rajoy recordó que España es el país donde más ha crecido el gasto social a lo largo de la crisis, según la OCDE.

El PP, por tanto, como garante de una España solidaria y también de haber impedido el rescate de España. Y, asimismo, como el seguro que impida que aquí se reproduzca el modelo griego. Como el seguro del cambio. «Ahora todo el mundo habla del cambio tranquilo, pero es el PP el que está cambiando las cosas». Rajoy advirtió de que ese cambio se puede arruinar porque no está consolidado. «Avanzamos con decisión, pero podemos retroceder. Estamos levantando un proyecto muy atractivo, pero no está completo». Y ahí, sacó a relucir el espejo de Grecia para recordar que en enero ese país iba a abandonar ya el segundo rescate, a volver a los mercados, a empezar a devolver su deuda, a crecer un 2,9% y estaba creando empleo, y «hoy están metidos de nuevo en la recesión, a la espera del tercer rescate, con la economía estrangulada y, lo peor de todo, con la gente en la calle haciendo colas para conseguir unos euros que le permitan pasar el día», precisó. Para, a continuación, preguntarse: «¿Es ése el cambio que nos ofrecen los partidos de extrema izquierda? ¿Es ése el cambio que van a patrocinar y amparar los socialistas, como han hecho en tantos ayuntamientos de España? Deberían estar abochornados ante lo que estamos viendo: unos por defender las políticas que han llevado a esta situación, otros por legitimarlas con su apoyo».