Política

Castilla-La Mancha

Rajoy maneja datos que disparan hasta 800.000 los nuevos empleos en 2015

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, junto a María Dolores de Cospedal.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, junto a María Dolores de Cospedal.larazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@5a21c80e

Rajoy ha señalado que si se hubiera hecho caso a la propuesta de Garicano sobre el rescate a España, la UE habría obligado a bajar las pensiones en el país un 20 por ciento.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, prefiere pecar de prudente en sus previsiones económicas, quedándose siempre con la parte más baja de la horquilla de los informes técnicos que maneja el área económica de su Ejecutivo. Esta estrategia le sirve para luego poder amplificar el discurso de la recuperación. El martes, en su arenga a la Junta Directiva Nacional del PP para que sus cargos defiendan con más energía los buenos resultados de su gestión de la crisis, y se convenzan de que éste es su mejor aval electoral, el presidente no desveló todas sus cartas. Rajoy exigió a los suyos que le sigan en su decisión de apostarlo todo a esta baza. Pero no les detalló algunas de las cifras internas que manejan en su Gabinete y que pulverizan todas las estimaciones de hasta dónde puede avanzar en positivo la recuperación económica en los próximos meses.

Esas cifras son especialmente positivas en lo que afecta al mercado laboral. El análisis del Gobierno se sostiene en la premisa de que los números de creación de empleo van a ser históricos, y que si se confirma su previsión de que la EPA del primer trimestre del año sea positiva, sin destrucción de empleo, o que ésta haya sido en un porcentaje muy pequeño, entonces la cifra de nuevos puestos de trabajo puede dispararse hasta los 700.000 u 800.000. Un absoluto récord. El Gobierno cree que Rajoy podrá presentarse a las elecciones cumpliendo el compromiso de tener menos paro y más empleo que cuando llegó a La Moncloa, y que ésta sea la bandera que impulse al PP hacia la victoria en las próximas elecciones generales. Quizás con mayoría simple, el riesgo es que sea una victoria ajustada, y necesitada de acuerdos con otros partidos, pero una victoria en todo caso.

En el Debate del Estado de la Nación, el jefe del Ejecutivo solemnizó la estimación de que en 2015 se crearían 500.000 nuevos empleos y el PIB crecería un 2,4 por ciento, cuatro décimas más que la previsión inicial, y que ahora será elevada en la revisión del cuadro macroeconómico que remitirán a Bruselas a finales de abril.

El escenario que dibuja sus informes técnicos explica que la hoja de ruta de Rajoy se sostenga contra viento y marea en la idea de que el PP tiene que «aguantar» el golpe y la pérdida de poder territorial que se producirá en las elecciones autonómicas y municipales de mayo, sin pasar por alto que parten de un listón histórico. Esta perdida de poder dejará a muchos cargos públicos actuales en el paro y tendrá consecuencias internas. Pero Rajoy confía en salvar la cara con el argumento de que el PP seguirá siendo la fuerza más votada, y, a partir de ahí, tendrá que emplearse en pacificar a su partido bajo la urgencia de hacer el último esfuerzo electoral ante las generales.

¿Harán falta cambios para calmar al partido si el resultado de los comicios de mayo es malo? En las filas populares los dan por hecho. Pero en el Gobierno sostienen que Rajoy es previsible y que cumplirá lo que ha dicho, que no hará más que retoques aprovechando la campaña para las generales. En cualquier caso, unos y otros sí dan por cierto que la secretaria general, María Dolores de Cospedal, está en su etapa final, y que su salida se ejecutará en el congreso del PP tras las generales, salvo que una derrota en Castilla-La Mancha precipite los acontecimientos.

El Gobierno aprovechará los meses hábiles que quedan en el Parlamento para rematar su faena y cumplir con proyectos pendientes como la ley de apoyo a la familia, pero ésta es casi la única iniciativa de carácter más social que podrá ejecutar. No tiene tiempo legislativo para hacer más cambios en materia impositiva, e incluso desde el punto de vista técnico la rebaja del IVA cultural podría quedar anunciada en los Presupuestos de 2016 .