Rajoy mantiene sus «tiempos» y se la juega a desgastar a Cs

Frente al nerviosismo de Génova, el presidente confía en que la presión de Rivera sea coyuntural. Cree que saldrá victorioso del desafío catalán y que la economía sumará.

La inquietud creciente dentro del PP por la presión de Ciudadanos (Cs) no altera los «tiempos» de Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno mantiene ese particular control del calendario que a veces tanto desespera incluso a algunos de los suyos, desde la confianza en que el PP está a tiempo de recuperar posiciones a cuenta de la economía y también con la nueva política de pasar al ataque contra el partido de Albert Rivera. Esta postura cobra fuerza a raíz de la encuesta del CIS que se conoció ayer, ya que aunque el PP siga siendo el partido más votado, seguido del PSOE, los dos principales partidos continúan perdiendo apoyos. El barómetro confirma la mejoría en las encuestas publicadas de Ciudadanos, y no pasa desapercibido dentro de las filas del PP que en la primera encuesta del CIS con estimación de voto desde las elecciones catalanas del 21 de diciembre el partido de Rivera alcance su nivel más alto de toda la serie histórica, pese a que el partido de Rajoy seguiría ganando unas elecciones generales pero con una pérdida considerable de votos.

La subida de Ciudadanos no es tan exagerada como la que pronosticaron algunas de las encuestas que se publicaron justo después de las elecciones catalanas, pero en las filas populares sí la apuntan como otro aviso serio a valorar en la estrategia del Gobierno y del partido. Ayer el coordinador general, Fernando Martínez-Maíllo, explicó que el PP tiene que «mejorar» porque no se conforma con los resultados que le otorga el barómetro, pero también restó importancia a esta encuesta porque su partido «no vive de las encuestas, otros sí».

Rajoy, por su parte, va a seguir a su paso, lo que no quiere decir que no introduzca cambios en su estrategia política, que no en su equipo. Esta semana se espera que se confirme la candidatura del ministro de Economía, Luis de Guindos, a la Vicepresidencia del Banco Central Europeo. Lo lógico es que si Rajoy da finalmente un paso de este alcance es porque el Gobierno ha tanteado el terreno y tiene asegurado el cargo. Y, por lo tanto, el recambio del ministro sería bastante inmediato, pero sólo para reemplazar una pieza por otra.

Vencer a Puigdemont

En otro orden de cosas, Rajoy ve con cierta tranquilidad la evolución del escenario catalán. En el Gobierno confían en que al final el Tribunal Constitucional acepte el recurso que paralizó la investidura telemática de Carles Puigdemont, y que incluso se pronuncie a favor. La preocupación es que pueda venir algún «susto» del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pero creen que el TC está velando para que no prospere un recurso por indefensión. Y en el frente político la ofensiva contra Ciudadanos la extienden al Parlamento. Es el caso del proyecto de ley que este viernes aprobará el Consejo de Ministros para ampliar la prisión permanente. Lo más probable es que no salga adelante porque el PP no cuenta con los apoyos necesarios, pero Rajoy mueve su ficha para que los demás se coloquen en el tablero. El presidente del Gobierno tiene aún margen hasta las próximas elecciones autonómicas y municipales para poder seguir jugando con sus tiempos.