Elecciones generales

Rajoy necesita movilizar a dos millones de votantes para frenar la pinza antiPP

Rajoy necesita movilizar a dos millones de votantes para frenar la pinza antiPP
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Alcanzaría el 39% de los sufragios y podría gobernar con el apoyo de Ciudadanos

La encuesta de NC Report para LA RAZÓN del pasado 28 de junio concluía que el PP volvería a ganar las elecciones generales con el 31,2% de los votos válidos y obtendría entre 136 y 144 escaños en el Congreso de los Diputados. Por lo que los populares quedarían a 32 o 40 escaños de la mayoría absoluta. La mitad de estos escaños los podría aportar perfectamente Ciudadanos, pero no serían suficientes para garantizar al PP la gobernabilidad a lo largo de la nueva legislatura.

Esto obliga al partido en el Gobierno a intentar alcanzar una expectativa mínima de voto del 35% que le permitiría aspirar a los 150 escaños, que junto con los del partido de Albert Rivera rozarían en conjunto los 170 escaños. Para ello precisaría movilizar a un millón de los dos millones de votantes que tiene ahora dormitando en la abstención. De este modo se acercaría la suma PP+CS a los 176 diputados en los que está fijada la mayoría absoluta.

Pero un frente anti-PP del resto del Parlamento obligaría a superar los 176 escaños, por lo que el listón debería fijarse en el 39% de los votos válidos. Para conseguir este objetivo debería movilizar a dos millones de los 4,3 millones de votantes que se han distanciado del PP desde 2011. Se obtendría un número de parlamentarios de 160, que junto a la veintena de Ciudadanos rondarían los 180 diputados.

Los populares alcanzaron los 10,8 millones de votos en las elecciones generales de 2011. De ellos, 6,5 millones afirman en las encuestas que volverían a votar hoy al PP, el equivalente al 60,2% de los votantes populares de las elecciones generales del 20-N.

Otros 4,3 millones de electores del PP, que representan el 39,8% de los votantes populares de aquel momento manifiestan en la actualidad su intención de abstenerse o votar a otro partido. Concretamente señalan que se abstendrían 2,1 millones, que suponen el 19,3% de todos los que votaron al PP en 2011, mientras que otros 2,2 millones, el 20,5% del total del voto popular en las anteriores elecciones generales, votaría ahora a otros partidos políticos.

Obviamente el voto más fácil de movilizar por parte de Génova es el de la abstención, principalmente porque no han dado el segundo paso, el de optar por otra opción política. Se trata de votantes populares de «toda la vida».

Mientras que el que ya ha decidido votar a otro partido diferente será más difícil de convencer para atraerlo nuevamente al electorado popular. Entre estos hay cientos de miles que no son votantes tradicionales del PP, sino que sumaron sus votos con los populares para garantizar la victoria de Rajoy en las elecciones de 2011. Por lo tanto el electorado popular perdido desde 2011 se divide en dos grandes grupos, cuantitativamente muy igualados: 2,1 millones que se abstendrían y 2,2 millones que cambiarían su voto por otro partido político distinto. Entre estos últimos, dos tercios, 1,5 millones, votarían a Ciudadanos y el restante tercio, 0,7 millones, se repartirían entre un amplio abanico de partidos.

El PP se impuso mayoritariamente en todos los segmentos de edad en las pasadas elecciones generales, y casi cuatro años después se mantiene claramente como la primera fuerza política entre los mayores de 44 años. No obstante, da muestras de debilidad en el segmento de edad de 30 a 44, en donde es superado ligeramente por el PSOE. Pero la situación se agrava entre los menores de 30 años, en donde es desplazado al tercer puesto, siendo superado en voto por Podemos y PSOE, y prácticamente empatado con C’s.

La responsable de esta situación es la migración de voto a Ciudadanos. No es casualidad que el partido de Rivera esté más fuerte en los tramos de 18 a 29 años y de 30 a 44 años. Precisamente aquellos segmentos de edad en donde el PP se ha vaciado de votantes.

El electorado más joven es más sensible a la corrupción política que los mayores de 44 años. Además, su fuente de información principal es internet, campo de batalla dominado por Podemos y Ciudadanos y en donde PP y PSOE son considerados partidos «viejos» que no recogen las inquietudes y problemática específica de las nuevas generaciones y en donde los partidos «emergentes» cazan y pescan votantes en masa ante la falta de reflejos de los dos grandes partidos. Especialmente deficitaria es la gestión de explicación de la gestión de gobierno entre estos estratos de votantes más jóvenes. Tarea a la que debe dedicarse el PP si quiere conservar el Gobierno.

Pero el resultado del PP y del PSOE podría ser aún peor si los votantes más jóvenes tuviesen un comportamiento electoral más activo, pues el 44.8% de ellos no votaría en las elecciones generales, lo que supone un nivel de abstención 10.6 puntos porcentuales superior a la media del todas las edades que es del 34.2%.