Buenos Aires
Rajoy no prevé cambios en el PP si no hay responsabilidades judiciales
El presidente, que vuelve tranquilo por el «caso Bárcenas», reforzará el partido al hilo de las elecciones europeas. Las pensiones y la revisión de la reforma laboral, entre los asuntos prioritarios en su agenda
El presidente, que vuelve tranquilo por el «caso Bárcenas», reforzará el partido al hilo de las elecciones europeas. Las pensiones y la revisión de la reforma laboral, entre los asuntos prioritarios en su agenda
Este nuevo curso político, que hoy estrena en su despacho el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, supone un punto de inflexión en la Legislatura. Rajoy vuelve a La Moncloa con dos prioridades: dar un impulso a la actividad legislativa para cumplir con los compromisos con Bruselas –con pensiones y revisión de la reforma laboral entre los puntos marcados en su agenda—y hacerle un lavado de cara al PP. Tiene que prepararle para entrar en campaña porque éste es ya un curso electoral. Las elecciones europeas del próximo mes de mayo van a condicionar desde este mes de septiembre la agenda de los partidos y el PP las afronta bajo el peso del «caso Bárcenas» y del desgaste de la gestión de la crisis económica. A favor, que a pesar de todo, las encuestas sonríen aún menos al PSOE.
La idea inicial del presidente era apurar el calendario lo máximo posible para despejar la candidatura de las elecciones europeas y, con ello, tener el pretexto para mover fichas de su equipo. Así lo hizo en enero de 2009, cuando comunicó su decisión de proponer de nuevo a Jaime Mayor Oreja como cabeza de lista para los comicios que se celebraban en mayo de ese año. En 2004, Mayor Oreja había obtenido más del 40 por ciento de los votos al frente de la candidatura popular al Parlamento Europeo, pero después de la crisis interna del PP de 2008, su distanciamiento con el líder del partido y su significación como representante del «viejo PP» habían puesto en cuestión su continuidad. En esta ocasión, en Génova descartan que vuelva a repetir una tercera vez como candidato y miran hacia otros dirigentes como el actual ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete. Pero la decisión es personal de Rajoy. En 2009 ya resolvió esta cuestión con una entrevista en el mes de diciembre con Jaime Mayor, sin más mediación de la dirección.
Por medio de esa idea inicial de Rajoy de apurar también los plazos se ha cruzado el «caso Bárcenas». Y los movimientos dentro de la dirección del partido que han resucitado aquel enfrentamiento entre el «viejo PP» y el «nuevo PP» que se arrastra desde el Congreso Nacional de Valencia de 2008. Entonces, Rajoy salió reelegido como presidente apoyándose en una renovación de su formación en la que el principal símbolo fue la nueva secretaria general, María Dolores de Cospedal. Desde ese sector, que ha marcado siempre distancias con la «vieja guardia», presionan ahora, incluso con filtraciones dirigidas, demandando cambios que afecten, por ejemplo, al vicesecretario de Política Autonómica y Local, Javier Arenas. Y también a algún miembro del Gobierno en la diana por el «caso Gürtel». En medio está Rajoy, receloso siempre de hacer cambios hasta que no sea absolutamente imprescindible, y a quien, además, desde el «viejo PP» le recuerdan que él también es un veterano con mando y plaza en las decisiones adoptadas. Ellos apuntan hacia los «errores» de la nueva dirección. «Lo lógico es que llegados a esta situación, para que haya cambios haya antes alguna decisión judicial que señale claramente a alguien», comenta un alto cargo de Moncloa. Y esto, de momento, oficialmente no entra dentro de las previsiones.
Desde Moncloa dicen que Rajoy vuelve «tranquilo» de las vacaciones. «Ocupado» en afianzar la recuperación económica y en «consolidar» las reformas pendientes, y dispuesto a poner sordina política al «caso Bárcenas» con el impulso a su paquete de reformas por la regeneración democrática que anunció en el Debate del Estado de la Nación y volvió a comprometer en el Pleno monográfico de julio forzado por la oposición a cuenta del ex tesorero del PP. Su defensa ante la polémica es que Bárcenas no podrá demostrar las acusaciones en su contra sobre supuestos sobresueldos en negro, y que si alguien, a título individual, no hubiese obrado correctamente, se tomarán las decisiones que correspondan.
Con una agenda cargada de compromisos internacionales, en la «fontanería» de Moncloa advierten de que la energía del Gobierno tiene que dedicarse «única y exclusivamente» a seguir combatiendo el paro y mejorar la situación económica. Y para mejorar la imagen utilizarán la Convención Nacional del PP, en la que intentarán lanzar un mensaje en positivo a la ciudadanía que, a poder ser, no quede apagado por algún movimiento del ex tesorero. Antes, utilizarán como plataforma la Escuela de Verano, que este año celebran a principios de septiembre en Gandía. Por cierto, Rajoy se ha implicado a fondo en la candidatura de Madrid para las próximas Olimpiadas, según confirman fuentes de su entorno. Y este tema está también encima de la mesa de su despacho en Moncloa.
Agenda internacional
El presidente del Gobierno iniciará el curso político con una agenda marcadamente internacional. Así, los días 5 y 6 de septiembre asistirá a la cumbre que reunirá a los países del G-20 en la ciudad rusa de San Petesburgo para, sólo un día después, viajar a Buenos Aires a la ceremonia en la que se conocerá si finalmente Madrid organizará las Olimpiadas de 2020.
Ya en octubre, está confirmada su asistencia a la Cumbre Iberoamericana de Panamá de los días 18 y 19 y a las reuniones de la Comisión Europea de los días 24 y 25 en Bruselas.
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