Murcia

Rajoy no teme a Rivera

El presidente quiere evitar el enfrentamiento público con el líder de Ciudadanos pero resta importancia al pulso por Murcia. «Si quieren romper, que lo hagan. Nosotros, no», aseguran en Moncloa.

Rajoy y Rivera, en agosto, en una reunión en el Congreso para negociar la investidura
Rajoy y Rivera, en agosto, en una reunión en el Congreso para negociar la investiduralarazon

El presidente quiere evitar el enfrentamiento público con el líder de Ciudadanos pero resta importancia al pulso por Murcia. «Si quieren romper, que lo hagan. Nosotros, no», aseguran en Moncloa.

Mariano Rajoy da la importancia «justa» al pulso que en los últimos días ha empezado a escenificar Ciudadanos. En la dirección popular creen que ha llegado la primera revisión de los «papeles» adoptados tras las últimas elecciones generales, que es un «pulso» que responde a una decisión estratégica por «las dificultades» de Cs para encontrar su sitio y su discurso en un contexto político que se les complica en la medida en que el Gobierno sea capaz de llegar a acuerdos con el PSOE. En Génova creen que esto último es lo que más descoloca a los de Albert Rivera, y que el futuro del liderazgo socialista y su definición estratégica afectará también al granero electoral de la formación naranja. «Son ellos los que están en la encrucijada, no nosotros», sentencia un alto cargo del PP. La cúpula popular se defiende con el argumento de que ellos están desarrollando el acuerdo de investidura. No reconocen incumplimientos, sino que hablan de «dificultades» en algunos puntos concretos del pacto, de las que las dos partes eran «conscientes», puntualizan en Moncloa.

«Va a seguir su camino»

El jefe del Ejecutivo «va a seguir por su camino». Y va a seguir defendiendo el pacto, él no va a romper. «Si quieren romper ellos, que lo hagan. Pero nosotros no lo vamos a hacer», sostienen en su entorno. Como suele hacer, el presidente manejará la situación esquivando el cuerpo a cuerpo con Cs, poniendo en valor el pacto y su voluntad de cumplirlo. Pero, al mismo tiempo, su equipo seguirá sosteniendo el envite en la negociación con Cs. La comisión de investigación sobre la financiación del PP será la próxima prueba de fuego. Fuentes de la dirección del PP explican que no la apoyarán en los términos en los que la plantea Cs. En la última reunión entre las dos delegaciones, la pasada semana, la representación de Rivera entregó a los representantes del PP su escrito para formalizarla en el registro del Congreso de los Diputados. Pero no consiguieron el compromiso de que esta iniciativa se formalice el lunes. Dicen desde la dirección del PP que si hay que investigar, lo lógico es que se someta a escrutinio a todos los partidos, y se debata también sobre lo que ha ocurrido en el PSOE, en el PSC «y en todos».

En público el PP ha medido hasta ahora las palabras, y siempre que se les ha preguntado por esta cuestión, otro eje de las promesas electorales de Cs, la respuesta ha pasado por echar balones fuera en una estrategia dirigida a ganar tiempo. Y siguen ganando tiempo, mientras que en privado explican que ya hay una comisión sobre regeneración en el Congreso e insisten en que si se quiere una comisión sobre financiación, debería afectar a todos los partidos. Es un tema delicado, y la consigna oficial es hablar lo menos posible y no alimentar el conflicto.

Limitación de mandatos y supresión de aforados

En relación a las otras dos cuestiones que han marcado la agenda reivindicativa de Cs en los últimos días, la limitación de mandatos y la supresión de los aforados, el PP tampoco se mueve de la advertencia de que no van a impulsar medidas «con dudas jurídicas», y que tampoco podrían hacerlo, aunque quisieran, sin el concurso de otras fuerzas, especialmente el PSOE. Así que la amenaza de Rivera de que buscará mayorías alternativas no hace mella en la posición de Rajoy y del Partido Popular. Ni en su postura respecto a estas iniciativas ni tampoco en la decisión de seguir sosteniendo al presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez. El futuro de este último lo decidirá Mariano Rajoy, «en función de lo que diga la Justicia». «También aquí hay un componente personal. La impresión que da es que él está dispuesto a resistir. Pero si no aguantase más y anunciase que se va, sin duda que sería una victoria de Ciudadanos. Mientras, salvo que haya novedades judiciales en su contra, la posición se mantendrá», argumentan en la cúpula popular. Mañana declarará ante el juez que le ha citado en condición de investigado dentro del «caso Auditorio». La pretensión del presidente de Murcia es que el caso se archive, como ha ocurrido con todas las demás denuncias que el PSOE ha promovido en su contra.

Cs tiene más que perder

Rajoy no quiere enfrentamien-tos públicos con Cs, ni que ninguno de sus portavoces se enganche en discusiones públicas con dirigentes de este partido. Pero no teme a Rivera. La impresión en la cúpula popular es que Cs tiene más que perder que ellos incluso si la batalla se disputa en el terreno de la regeneración democrática. El discurso sobre que el PP no cumple con sus acuerdos deja a Cs «en una situación delicada», según argumenta el análisis político y demoscópico que manejan en las filas populares, ya que, a su juicio, deja en evidencia «que prometieron lo que no podían cumplir» y que «sus escaños no son tan decisivos como ellos sostienen».

El PP maneja además la carta de que la posibilidad de conformar mayorías alternativas es «muy difícil» porque exige el acuerdo a tres entre Cs, PSOE y Podemos. Y esto vale para Murcia también. «Si lo hacen en Murcia, nos podemos ir a elecciones fácilmente, Ciudadanos lo sabe, y eso no lo quiere», advierten. Por tanto, es verdad que el PP asume que están ante el primer examen de la relación con su socio de investidura, pero su conclusión es que Rivera tendrá que medir bien sus pasos «si no quiere perder más que ganar». El diálogo con la formación se mantiene abierto, «al más alto nivel», puntualizan en Moncloa.