Rajoy reforzará su discurso de partido de cara a las citas electorales

El PP arranca hoy el nuevo curso político con una reunión del Comité Ejecutivo que presidirá Mariano Rajoy. Pese a todo lo que se ha dicho y escrito durante este verano sobre los cambios en la dirección popular para responder al desgaste del «caso Bárcenas», en Génova no esperan de la reunión de hoy novedades de alcance, más allá de que Rajoy decida oficializar la convocatoria de la Convención Nacional del partido. Un cónclave que aunque también inevitablemente servirá para alimentar las especulaciones sobre esos cambios, en clave interna, y tal y como establecen los estatutos, tiene un valor puramente programático. En realidad, es la plataforma que Rajoy y la dirección del PP quieren utilizar para abrir una segunda etapa de la legislatura en la que la acción y los mensajes vayan dirigidos a corregir el coste de la gestión de la crisis económica o del daño en la imagen que ha provocado todo lo que rodea al ex tesorero nacional.

Punto de inflexión del mandato

Rajoy se presentará hoy ante su cúpula con un discurso muy parecido al que utilizó el sábado en Galicia. Pero ahora dirigido a utilizar las buenas perspectivas económicas para alentar a su partido, incentivar la preparación de su maquinaria electoral y acallar las dudas y el malestar por algunas derivadas del «caso Bárcenas».

De aquí a finales de año el presidente del Gobierno espera que se concrete un cambio de tendencia, un punto de inflexión en su primer mandato que ayude al PP a mejorar su imagen y encarar con buenas perspectivas las elecciones venideras. Las europeas, pero, sobre todo, las autonómicas y municipales que antecederán a la siguiente convocatoria de unas generales. Hoy Rajoy hará balance de los casi dos años que lleva al frente de La Moncloa y mirará también al futuro para marcar a su partido la agenda reformista de los próximos meses. Pese a las críticas y al cerco de la oposición no dará un paso atrás ni para tomar impulso. Rajoy cuenta con su mayoría absoluta y sabe que pese al daño que en clave interna está generando la gestión del escándalo de Bárcenas, nadie desde dentro le va a plantear ninguna batalla de entidad. Aun así, demanda más cohesión interna, una idea que va a estar presente en los próximos mensajes que dirija a su organización política.

Todas las energías de Génova se centrarán a partir de ya en la preparación de la citada Convención Nacional. Con la asistencia del grueso de la organización a nivel territorial, la intención de la dirección del PP es utilizarla como un escaparate desde el que vender un mensaje optimista de cara al futuro y con una puesta en escena moderna desde el punto de vista de la comunicación. Todo al servicio de ofrecer la imagen de un partido abierto a la sociedad y que no ha renunciado a la bandera social pese a los recortes y ajustes que se han aprobado en estos últimos años para cumplir con los objetivos de consolidación fiscal.

«Hay que seguir gobernando. Pero también hay que volver a poner en marcha la maquinaria del partido. Hay tiempo, pero el trabajo tiene que empezar a hacerse ya. Y esto exige más dedicación de la dirección y una mayor cohesión en la estrategia y en los discursos», sentencian en Moncloa.

Después de las elecciones generales Mariano Rajoy diseñó una estructura de partido que puso al servicio del Gobierno y sin un perfil político con la contundencia del equipo directivo que se mantuvo durante la etapa de Aznar, según el análisis que hacen en las filas populares. Aunque la elección del «cabeza de lista» para las europeas obligue a mover alguna ficha, «los mimbres seguirán siendo muy parecidos», según un alto cargo del partido.