Londres
Rajoy sopesa dejar el relevo de Cañete para la próxima semana
La agenda del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, parece que puede volver a imponerse sobre las previsiones con las que trabajan en su entorno a la espera de sus decisiones finales. Esta semana todo estaba enfocado, y con esa idea trabajaban también en Génova, en la dirección de que este viernes se certificase en el Consejo de Ministros el relevo del titular de Agricultura, Miguel Arias Cañete. Pero ayer el viento empezó a soplar en otra dirección en Moncloa ante la impresión de que Rajoy sopesaba dejar el cambio de Gobierno para la semana que viene.
En La Moncloa no prevén que este nuevo retraso en la designación del sustituto del candidato del PP a las elecciones europeas, de confirmarse, venga determinado porque el alcance de la remodelación vaya a ser mayor del esperado inicialmente, un simple ajuste de la pieza que hace falta cubrir para tapar el hueco que deja la marcha de Arias Cañete al Parlamento Europeo tras las elecciones del 25 de mayo.
Justo el pasado martes, con motivo de la reunión del Comité Ejecutivo del PP, la agenda electoral del candidato sirvió para apuntalar dentro y fuera de las filas populares la tesis de que la salida del ministerio se oficializaría este viernes. En la tarde del viernes Arias Cañete inaugurará una apretada agenda de mítines y actos electorales que le llevarán el lunes que viene a Barcelona a presentar el programa electoral con el que el PP concurre a las urnas. Por cierto, ayer Arias Cañete afrontó su último viaje oficial al exterior como ministro de Agricultura con una salida a Marruecos para participar en el Salón Internacional de Agricultura.
Mientras termina de resolverse el relevo, en Génova perfilan los detalles últimos de la campaña electoral. Rajoy pidió este martes al partido que se movilice para amarrar el apoyo de sus votantes tradicionales, y en la estrategia se ha optado por tomar como modelo el de la campaña de las elecciones gallegas de 2009, en las que los electores castigaron al bipartito entre socialistas y nacionalistas y otorgaron una amplia victoria al candidato popular, Alberto Núñez Feijóo. Aquella fue una campaña de una dureza inusitada, que el PP afrontó con una intensa implicación de todos los cargos públicos territoriales. Como entonces, Génova ha puesto en marcha un plan de movilización de todos sus cargos públicos, del primero al último. Habrá muchos actos de campaña, con los líderes y dirigentes desplegados por todos ellos sin que coincidan las caravanas de los «primeros espadas». Porque de lo que se trata, según explican, es de llegar a cuantos más sitios mejor. Hace semanas que en la dirección nacional del PP confirmaron su intención de contar en este amplio despliegue territorial con el ex presidente del Gobierno José María Aznar, mostrándose entonces convencidos de que el presidente de FAES se uniría a la batalla electoral en la medida en que su agenda se lo permitiese. De momento, sin embargo, Génova sostiene que aún no hay respuesta a esta oferta, por lo que su nombre no está incluido en la «hoja de ruta» electoral. Lo que no quiere decir que no puedan introducirlo sobre la marcha, en tanto que el ex presidente responda positivamente y tengan margen para cuadrar la agenda del partido con sus continuos viajes al exterior. Aznar no asistió a la Convención Nacional de Valladolid por sus compromisos internacionales. Desde Israel, entonces viajó a Londres, Filipinas y Estados Unidos.
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