Caso Bárcenas
Rajoy valora si comparece por el «caso Bárcenas»
«El presidente del Gobierno vendrá al Congreso cuando tenga que venir, pero no cuando lo mande alguien desde Soto del Real». Con esta afirmación el PP continuó ayer dejando poco margen para la posibilidad de que revisen la decisión de votar de nuevo en contra de la exigencia de comparecencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Congreso para hablar del «caso Bárcenas». Una demanda que el PSOE ampara esta vez bajo la amenaza de presentar una moción de censura si no se le da luz verde en la reunión de la Diputación Permanente que se celebrará la próxima semana.
Ésta es la posición oficial, pero en La Moncloa analizan el escenario que abre el movimiento socialista y admiten que la presión de la demanda para que dé explicaciones se ha convertido en un factor más de desgaste en una situación tan complicada como la actual. En el entorno del presidente del Gobierno dejan el escenario mucho más abierto. Rajoy está, de hecho, valorando si comparece o no de manera extraordinaria antes del nuevo curso político, y será él quien tome la decisión final. «Todo está abierto», indican fuentes solventes. Desde su círculo de confianza precisan que en la decisión está pesando su reticencia a que la agenda se la marquen desde fuera, «sobre todo por la presión de un medio de comunicación (en alusión al diario «El Mundo) y desde Soto del Real (en alusión al ex tesorero del PP)». También pesan los posibles movimientos que pueda hacer Bárcenas desde la cárcel.
Los pros y los contras de esta decisión están encima de la mesa presidencial, como también el hecho de que una declaración solemne en el Congreso rebajaría notablemente la presión política a la que está en estos momentos sometido. Rajoy tiene la mayoría absoluta; tiene garantizada la estabilidad; y tiene también garantizada la unidad interna del partido, salvo novedades extraordinarias con las que no se cuenta. «Pero el ruido desgasta y hay que buscar las fórmulas más adecuadas para combatir el mito de que el presidente calla», sentencian desde Moncloa.
De momento, y salvo revisión impuesta personalmente por el presidente del Gobierno, desde la formación siguen argumentando que no hay elementos nuevos; y que ahora mismo «no hay ninguna previsión» de que Rajoy vaya a solicitar a petición propia comparecer en el Parlamento. El portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Alfonso Alonso, defendió en Onda Cero la posición adoptada con el argumento de que Rajoy «naturalmente comparecerá» en la Cámara para avalar la contabilidad del partido, pero «no convocado desde Soto del Real».
Y se defendió también con las cifras del Registro del Congreso. Rajoy y Rubalcaba llevan 39 intercambios dialécticos, 28 de ellos en sesiones de control, «y 16 en relación al "caso Bárcenas"». Otra cosa es que el líder socialista no haya sido capaz –le echó en cara– de rentabilizar estos debates. En línea con el principio de que la mejor defensa es un buen ataque, Alonso cargó contra el PSOE por su tendencia «a la pataleta política», «a sobreactuar» y a «tirarse al monte». Todo ello, según Alonso, es fruto de su «debilidad». Con los puentes con el PSOE totalmente rotos, desde el PP apuntan directamente contra Rubalcaba para presentarle como un líder de la oposición inestable y sin rumbo fijo. Ayer recordaban que ha pasado de pedir la dimisión de Rajoy a pactar acuerdos de Estado, para ahora ponerse al frente de una moción de censura que «no ayuda en nada al momento que vive España». «Con eso no se construye», argumentó el portavoz parlamentario.
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