Gobierno de España

«Rearme programático» y más actos de partido frente a Rivera

El presidente rebaja el valor de las encuestas y activa su maquinaria electoral para 2019

Rajoy presidió ayer la reunión de la Junta Directiva Nacional del Partido Popular
Rajoy presidió ayer la reunión de la Junta Directiva Nacional del Partido Popularlarazon

El presidente rebaja el valor de las encuestas y activa su maquinaria electoral para 2019.

Mariano Rajoy surfeó ayer sobre los nervios de su partido por el ascenso de Ciudadanos (Cs) en las encuestas con un nuevo ejercicio de «marianismo» político. Mucho han hablado en los últimos días dirigentes territoriales y algunos nacionales sobre el bache que atraviesa el PP después de los malos resultados obtenidos en Cataluña. Siempre con entrecomillados atribuidos a fuentes del partido, sin nombres y apellidos. Y ayer en el máximo órgano entre congresos del PP, donde tienen silla los «barones» regionales, alcaldes y toda la plana mayor de la dirección, nadie levantó la mano para hacer una mínima enmienda o una propuesta de cambio a la hoja de ruta marcada por Rajoy.

La Junta Directiva Nacional se celebra a puerta cerrada, salvo el discurso del líder que ya es tradición que sea ante los medios de comunicación. Y había mucha expectación, más externa que interna, sobre el alcance de los posibles cambios que fuera a introducir Rajoy en su política para frenar al partido de Albert Rivera. El presidente sabe, o ha leído estos días, cómo desde su partido reclamaban «cambios», más iniciativa política del Gobierno y de la formación, y reaccionar ante una tendencia al alza de Cs, al menos según lo que dicen las encuestas, porque en el PP temen que de no hacerlo, las cosas se les pueden poner complicadas.

Rajoy respondió a esta crisis como ya ha hecho en ocasiones similares. Moviendo el balón en el campo de juego y ganando tiempo para que se confirme su convicción de que esta situación es un espejismo, que ni Cs está por delante de ellos en intención de voto ni las encuestas, por tanto, son creíbles cuando queda tanto tiempo para que se celebren unas elecciones generales. «Son la foto de lo que piensa la gente en un momento. Condicionada por muchas circunstancias», arengó al PP.

El líder popular dedicó su discurso a intenta calmar la inquietud en sus filas, a tranquilizarles, darles confianza y garantizar la unidad alrededor de su liderazgo. Sin anuncios de cambios sustanciales, ni en su política ni en su equipo, salvo una agenda más intensa y con temas más económicos y sociales. A día de hoy no tiene críticos con entidad que discutan su estrategia, y ayer esto se confirmó en un cónclave en el que nadie tomó la palabra para apuntar nada a su discurso. Su tesis es que es verdad que hay «más competencia» electoral, pero que eso no es malo, y que lo que tienen que hacer es ponerse ya a trabajar para engrasar la maquinaria del partido para las autonómicas y municipales de 2019. Incluso aludió directamente a una encuesta que publicaba ayer en portada un periódico nacional para negar valor al titular de que Cs ganaría en votos al PP, porque, según recordó, ese mismo medio de comunicación había publicado otro sondeo parecido cuando se convocaron las elecciones generales de 2015, que también fue desmentido por la realidad. Rajoy instó a sus ministros y dirigentes territoriales a no dejarse llevar por impresiones del momento, y «trabajar y hacerlo intensamente porque el PP es un partido con mucha implantación territorial y con muchas fortalezas como partido nacional». Frente a quienes se lamen las heridas, su respuesta es más iniciativa, pero con orgullo de lo propio. «Tenemos que trabajar con intensidad, adaptarnos a los cambios y empezar a preparar las elecciones del año que viene. Pero nosotros sabemos gobernar en momentos difíciles. Los demás no saben nada porque nada han hecho. Dependemos de nuestro esfuerzo», apuntó. Hará una Convención Nacional en Andalucía, donde ya empiezan a moverse las autonómicas. Y otras diez sectoriales por toda España y que deben servir para el «rearme programático». Génova quiere introducir otros temas en la agenda distintos a Cataluña, y éstas serán las plataformas para hacerlo. También inaugura una nueva campaña de afiliación.

Gobierno y cúpula popular refuerzan su agenda de presencia pública y de contraataque a Rivera. Pero todo, en suma, según el guión más fiel a lo que cabe esperar de Rajoy.