Rubalcaba llama a una cumbre contra la crisis a los socialdemócratas de la UE

Laboristas, franceses, alemanes, italianos... Alfredo Pérez Rubalcaba ha remitido una carta a los líderes socialdemócratas europeos, además de al presidente del Parlamento Europeo, el del Grupo Socialista de la Eurocámara y el del PES, convocándoles a una cumbre en enero. El objetivo: revisar la política económica de Europa frente a la crisis y apostar por el crecimiento y el empleo.

Y es que, a punto de finalizar 2012, el secretario general del PSOE cree que es momento de evaluar «el pasado reciente y planificar nuestras acciones para el futuro», ya que el balance final no es muy positivo. Lo describe en su misiva en los siguientes términos: «La economía ha retrocedido o se ha estancado, el desempleo ha aumentado considerablemente, la pobreza ha vuelto a nuestros países y el apoyo al proyecto europeo se ha deteriorado claramente en toda la Unión. En tiempos de angustia, cuando los ciudadanos esperan de nosotros como líderes políticos un plan de acción, creo que las fuerzas progresistas de toda Europa debemos responder a los retos que enfrentamos en 2013 con un enfoque constructivo diferente para resolver la crisis actual».

De ahí que Rucabalcaba haya hecho llegar por carta a sus colegas europeos su deseo de compartir su análisis de la situación política en Europa y transmitirles las que cree que deben ser las prioridades para el nuevo año y que resume básicamente en tres: un enfoque más gradual en la reducción del déficit, un fuerte paquete de medidas de mejora del crecimiento que conduzcan a la creación de empleos y una política monetaria que acompañe lo anterior.

El líder del PSOE recuerda que, siguiendo las recomendaciones de los socialdemócratas, respaldadas por el FMI y la Comisión Europea, la UE revisará probablemente los calendarios de reducción del déficit, de forma bilateral con cada país miembro. Y por eso aboga por una nueva estrategia para la reducción del déficit, «coherente y realista, compatible con la lenta recuperación de las economías familiares y las empresas, la débil situación del sector financiero y la necesidad de inversión que enfrenta Europa». Tampoco olvida que el BCE debería imitar la respuesta política que la Reserva Federal ha puesto en marcha durante esta crisis, por lo que «debería desempeñar un papel más activo en la estabilización de los mercados financieros, acomodar sus políticas con objeto de facilitar el crecimiento económico y la creación de empleo».

Estos tres elementos constituirían los cimientos de la propuesta para superar la crisis económica que Rubalcaba ha hablado tantas veces con Rajoy en el marco de su estrategia conjunta en Europa.