Rubalcaba sustituye a Cornide en la gerencia del PSOE por su jefe de gabinete

Ha navegado por las procelosas aguas de las finanzas del PSOE desde 2004, cuando José Blanco le aupó a la gerencia del partido; se le atribuyeron relaciones sospechosas con las constructoras gallegas y estuvo en el mismísimo centro de huracán lo que duró el escándalo de la Fundación Ideas por la contratación de la inexistente escritora Amy Martin. Hablamos de Xoan Cornide, a quien, pese a su historial y en contra de lo recomendado por algunas personas de su entorno, Alfredo Pérez Rubalcaba ratificó en su puesto. Unos dicen que lo hizo hasta liquidar por completo el «chiringuito» que Zapatero ideó para Jesús Caldera cuando le cesó como ministro y otros que porque hubiera sido injusto «endosar» a alguien nuevo la ejecución del ERE y el ERTE que afectó el año pasado a las plantillas de Ferraz y las fundaciones vinculadas al partido. El caso es que Cornide, según versión de la dirección federal, quería dejar su puesto hacía meses, pero el secretario general del PSOE le pidió que aguardara hasta el 1 de enero de 2014, fecha en que IDEAS, cuyos «mecanismos de control habían sido durante años insuficientes» según admitió el propio Rubalcaba, ya estaría jurídicamente liquidada. Y eso que cuando la actual dirección aterrizó en Ferraz tras la victoria del Congreso Federal de Sevilla se encontró con unas cuentas, cuando menos poco saneadas: un evidente descontrol del gasto, una deuda demasiado elevada, una plantilla sobredimensionada y unos compromisos económicos inasumibles para tiempos de oposición en los que la subvención pública por escaño descendió considerablemente con la debacle de los 110 diputados y el Gobierno recortó en un 40 por ciento la finanaciación de los partidos.

No es de extrañar, pues, que acostumbrado a tiempos de bonanza, Cornide hubiera solicitado su salida. En la calle Ferraz desde 2011, se ha recortado notablemente la plantilla, también los presupuestos para las secretarías de área, se ha cerrado la cafetería, se han reducido los viajes y los gastos de representación de la Ejecutiva... «Y todo lo ha aguantado Cornide con angustia, pero sobre todo los ERE y las portadas de algún diario nacional que intentó igualarle a Bárcenas le achicharron personalmente», admite un miembro de la Ejecutiva.

La gerencia está oficialmente desde el día 1 en manos del que durante años ha sido el jefe de gabinete de Rubalcaba, Gregorio Martínez, persona «íntegra y leal» donde las haya, según aseguran quienes le conocen. Licenciado en Derecho y experto en Relaciones Internacionales, conoció al actual secretario general del PSOE durante la campaña electoral de Trinidad Jiménez a la alcaldía de Madrid en las municipales de 2003. Antes había sido gerente de la firma Cap Gemini Ernst & Young dentro del área de Consultoría de Recursos Humanos y Formación de Directivos. Fue también coordinador de la Secretaría de Relaciones Internacionales de la Ejecutiva Federal del PSOE, pero Rubalcaba volvería a coincidir con él en 2005 en el comité de campaña que se constituyó para el referéndum de la Constitución Europea. Desde entonces se hicieron inseparables. Tanto que cuando fue nombrado ministro del Interior, se llevó a Martínez a su gabinete. Desde 2011, el ya gerente del PSOE forma parte de la «fontanería» de Ferraz como persona de absoluta confianza del secretario general.