Gobierno de España
El PDeCAT, la última opción de Sánchez para mantenerse en Moncloa
El Gobierno cuenta con que el PDeCAT no bloquee la tramitación de los Presupuestos.
El Gobierno no quiere adelantar elecciones y cuenta con que el PDeCAT no bloquee la tramitación de los Presupuestos.
Si el resultado de las elecciones andaluzas había dejado alguna duda, el presidente del Gobierno quiso despejar ayer cualquier atisbo de incertidumbre sobre un eventual adelanto electoral. «En marzo seguiremos trabajando y gobernando», señaló en una conversación informal con periodistas en el acto del 40 aniversario de la Constitución en el Congreso. El foco se traslada ahora a mayo y al «superdomingo», aunque el presidente juega al despiste recordando que también se barajó la coincidencia con las andaluzas y finalmente se descartó. La convocatoria anticipada para el primer trimestre de 2019 era una expectativa alimentada por un sector tanto del PSOE como del Gobierno que esperaba en el 2-D el impulso definitivo para imponer su tesis. Sin embargo, desde Moncloa respondieron a la debacle con un movimiento que arroja una ilusión de continuidad: la presentación de unos Presupuestos Generales del Estado que servirán más para retratar a unos y a otros que para dotar de unas cuentas al país y lanzar un «mensaje de estabilidad a Europa», como defienden en el Ejecutivo. El Gobierno prevé presentarlos a mediados de enero y los plazos de su tramitación impedirán la disolución de las Cortes. Al menos esa es la esperanza que palpita en Moncloa, que prevé que los partidos independentistas no apoyen las enmiendas a la totalidad que presentarán PP y Ciudadanos, permitiendo así dar continuidad a la tramitación parlamentaria de los Presupuestos al menos hasta la votación final. En concreto apelan a la «abstención» del PDeCAT, aunque asumen que «hasta el último día no sabremos qué van a hacer». En cualquier caso, el Gobierno no empezará a negociar con las fuerzas soberanistas, a las que tendió «manos y puentes» hasta el mes de enero en que presenten su proyecto presupuestario.
No quedarán al albur de esta negociación las medidas más ambiciosas que Sánchez quiere impulsar, que serán desligadas de las cuentas para –a través de reales decretos– garantizarse su puesta en marcha. Es el caso de la subida del Salario Mínimo, que el Ejecutivo aprobará en un Consejo de Ministros este mes, presumiblemente en el que se celebre en Barcelona el 21 de diciembre, para que entre en vigor el 1 de enero.
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