Caso Auditorio
Sánchez, el hombre que siempre quiso ser político
Hoy deja «in extremis» la presidencia de Murcia cercado por una doble imputación judicial
La frase de Aristóteles "el hombre es un animal político"siempre resonó como un mantra en la cabeza de Pedro Antonio Sánchez (Puerto Lumbreras, 1976), que hoy deja "in extremis"la presidencia de Murcia cercado por una doble imputación judicia
La frase de Aristóteles "el hombre es un animal político"siempre resonó como un mantra en la cabeza de Pedro Antonio Sánchez (Puerto Lumbreras, 1976), que hoy deja "in extremis"la presidencia de Murcia cercado por una doble imputación judicial que marca un punto y aparte en sus casi dos décadas en primera fila de la vida pública regional bajo las siglas del PP.
Cuentan de él que siempre quiso ser político, y que la fascinación que sentía por la política le llevaba a asistir cuando era niño a los tediosos plenos municipales del ayuntamiento de su pueblo, ante la extrañeza de los que preferían pasar la tarde dando patadas al balón.
Su atracción por la política creció con él y durante su adolescencia esa vocación precoz comenzó a definirse en el ámbito académico, donde sus profesores no ocultaban su capacidad para la oratoria y el liderazgo de equipos.
Espoleado por los que ya vislumbraban en él el germen de ese "zoon politikón"("animal político") comenzó a estudiar Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad de Granada, donde en pocos meses se convirtió en representante estudiantil en el claustro y en todos los órganos de gobierno de su facultad.
En ese momento, a mediados de la década de los 90, cuando alcanzaba la veintena, fue presidente fundador de la Federación Nacional de Estudiantes Murcianos en Granada y de la Asociación Granadina de Estudiantes Murcianos, que llegó a tener más de 600 miembros.
Las subvenciones que obtuvo para ese colectivo estudiantil le dieron para comprar un pequeño utilitario con el que recorría España los fines de semana buscando fundar en otras ciudades colectivos de estudiantes de Murcia.
Esa red le conectó directamente con la política murciana, con la que ya coqueteaba desde Nuevas Generaciones, de la que llegó a ser secretario general. A finales de esa década cruzó por primera vez el palacio de San Esteban, la sede del Gobierno de Murcia como becario, 17 años antes de hacerlo como presidente.
Entrenó su vocación a las órdenes del entonces vicepresidente de la Comunidad, Antonio Gómez Fayrén, que le ayudó a situarse en la órbita del presidente, Ramón Luis Valcárcel, que para entonces ya era todo un referente para el político lumbrerense y un espejo en el que mirarse.
Su primer cargo público en la administración murciana fue como director general del Instituto de la Juventud, del que estuvo al frente entre 1999 y 2003, el período en el que también se casó con una joven malagueña profesora de inglés, Nuria Navajas, con la que tuvo dos hijas.
En 2003 desembarcó en la alcaldía de Puerto Lumbreras, su ciudad natal, hasta entonces gobernada por el PSOE y que mantendría durante una década gobernando con una aplastante mayoría absoluta, bajo la que consiguió dar relevancia pública a un municipio de poco más de 15.000 habitantes.
Pedro Antonio Sánchez compatibilizó su cargo de regidor con una actividad muy dinámica en el seno orgánico del PP, donde se bregó en la política regional como vicesecretario de Organización y Relaciones Institucionales, por lo que su presencia se hizo muy habitual en los medios de comunicación de ámbito regional y en algunas redacciones le apodaron como "el ruedas"por la frecuencia de sus conferencias de prensa.
En 2011 obtuvo el acta de diputado regional y fue vicepresidente segundo del parlamento murciano hasta 2013, cuando dejó la alcaldía para ser nombrado por Valcárcel consejero de Educación, Universidades y Empleo.
Para entonces todo el mundo hablaba de él como el "delfín"del presidente de Murcia y era notorio que ocupaba el primer puesto en la línea de sucesión de Ramón Luis Valcárcel.
Durante unos meses ejerció como titular de Educación, Cultura y Universidades bajo la presidencia interina de Alberto Garre, que no ocultó su enemistad con el político lumbrerense y al que relevó en el cargo en las autonómicas de 2015, en las que Sánchez consiguió un gobierno en minoría con el apoyo de Ciudadanos.
Para entonces el PSOE de Puerto Lumbreras se había convertido en su máxima pesadilla con denuncias por corrupción relacionadas con la compra de su dúplex familiar en Puerto Lumbreras, con la polémica construcción de unos puentes peatonales sobre la rambla del pueblo, el Caso Pasarela, y la no menos controvertida edificación del auditorio, un equipamiento que nunca llegó a abrir al público y que desembocó en la instrucción del Caso Auditorio.
Hombre de grandes creencias religiosas, ha renunciado hoy a su cargo como presidente convencido de que serán archivadas las causas judiciales abiertas contra él por delitos de corrupción, aunque se mantiene blindado en su puesto de presidente del PP murciano, que estrenó hace menos de un mes, tras ser secretario general desde 2015.
Antonio Díaz Montoro/ EFE
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