Barcelona

Sánchez no da margen a Moncloa y presenta su plan para el 1-O

Recuperará algunas de las 46 exigencias de la Generalitat

Pedro Sánchez junto a Cristina Narbona durante el encuentro celebrado en ferraz
Pedro Sánchez junto a Cristina Narbona durante el encuentro celebrado en ferrazlarazon

Sánchez asume que el Gobierno no podrá hacer nada para evitar que se vote el 1-O y, desde su entorno, reconocen que «no han visto posiciones activas del Ejecutivo para impedir lo que va a ocurrir en Cataluña».

Ni una semana de margen le ha dado Pedro Sánchez a Mariano Rajoy. El líder del PSOE instó al presidente del Gobierno el pasado jueves en su reunión en La Moncloa a que desencallara el diálogo con la Generalitat –a fin de parar el desafío soberanista– o serían los socialistas quienes tomarían la iniciativa. Pues bien, sin esperar a que el jefe del Ejecutivo dé el paso, Ferraz aprobará y anunciará este viernes su propia hoja de ruta para frenar los planes soberanistas en coordinación con el PSC.

Sánchez asume que el Gobierno no podrá hacer nada para evitar que se vote el 1-O y, desde su entorno, reconocen que «no han visto posiciones activas del Ejecutivo para impedir lo que va a ocurrir en Cataluña». Por ello, los socialistas no han dado apenas opción de maniobrar al Gobierno y celebrarán esta semana en Barcelona una reunión conjunta de las ejecutivas de PSOE y PSC en la que abordarán las iniciativas legislativas a impulsar y su calendario de aprobación. «El plazo es ya, ya estamos tardando», destacó la presidenta del partido, Cristina Narbona, cuestionada por el escaso margen que se ha dado al Ejecutivo para dialogar. En Ferraz, consideran que las medidas deben «cristalizar» antes de la fecha prevista para el referéndum ilegal por lo que quieren apurar los tiempos en el Congreso de los Diputados. Narbona explicó en una rueda de prensa que en julio todavía hay tiempo para presentar las iniciativas y en septiembre comenzar a debatir. «La cuestión es actuar y actuar cuanto antes», zanjó.

Sánchez rescatará antes del 1 de octubre y para su debate en el Parlamento algunas de las 46 reivindicaciones que el presidente de la Generalitat le trasladó a Rajoy en su reunión de abril de 2016 y entre las que se encontraba la celebración de un referéndum. Unas demandas que no han sido atendidas por parte del Gobierno y que el PSOE estaría dispuesto a encauzar a través del poder legislativo, si el Ejecutivo sigue «de perfil». Entre ellas estarían cuestiones como la inversión en infraestructuras, mejoras en la financiación y aspectos relativos a la lengua, la educación o el ámbito social y se dejaría de lado todo lo relativo a promover una consulta sin garantías. En el horizonte socialista también se explora rescatar algunos de los artículos recuperables del Estatut tras la sentencia del Tribunal Constitucional y «crear un espacio político para discutir sobre la reforma de la Constitución en sede parlamentaria» para reconocer la «plurinacionalidad» del Estado, como defienden en la resolución de su 39º Congreso. En este sentido, el PSOE ha reconocido que se fija en modelos de estados europeos como «Alemania o Bélgica» para exportar su sistema federal.

Una vez que los socialistas coordinen en el seno de su partido, con su vertiente catalana, cuáles son las medidas que quieren impulsar, iniciarán una ronda de contactos con el resto de formaciones políticas, incluidos los partidos soberanistas ERC y PDeCAT (antigua Convergència), para trasladarles sus propuestas e intentar conseguir el máximo consenso en torno a ellas. Los socialistas confían en contar con apoyo suficiente en el Congreso para ello, pues perciben «un sentir muy amplio sobre la necesidad de tomar medidas frente a años de inmovilismo». En todo caso, para algunas de estas iniciativas se requiere un acuerdo casi total, como en el caso de la reforma constitucional, y el PP no está por la labor por el momento. En este sentido, los socialistas esperan que «cambien de actitud» en el futuro.

Desde el Gobierno y algunos sectores del PSOE se afea a Sánchez que haya roto la unidad de acción con el Ejecutivo, haciendo «la guerra por su cuenta» y abriendo un nuevo frente a Moncloa en pleno desafío soberanista. En concreto, critican que se negocie con los partidos soberanistas –ERC y PDeCAT– en un momento de máxima tensión y pulso de Cataluña a España. Sánchez, que interviene hoy, en el Consejo de la Internacional Socialista que se celebra en Nueva York, cuenta con ellos como socios potenciales en el Parlamento para sacar adelante políticas alternativas a las del PP.