PSOE
Sánchez rectifica y rebaja el poder de la militancia
La Ejecutiva aprueba hoy el borrador del nuevo reglamento de primarias que recorta la participación de las bases
La Ejecutiva aprueba hoy el borrador del nuevo reglamento de primarias que recorta la participación de las bases.
Pedro Sánchez, el primer secretario general del PSOE elegido por la militancia. Este hito, alcanzado en dos ocasiones y no sin épica la última vez, es un título que el líder socialista ostenta con orgullo. Su poder emana de las bases y Sánchez se comprometió en su vuelta a Ferraz a garantizar un flujo bidireccional, esto es, blindar el empoderamiento de afiliados y simpatizantes responsable de su victoria. Sin embargo, quien luchara de la mano de la militancia para derrotar al «establishment» de su partido ha perdido de vista las promesas que él mismo suscribió en el 39º Congreso del PSOE y vuelve a dejar a la discrecionalidad de las direcciones el rol que debe jugar el socialista de a pie en los procesos de decisión de la formación.
La Ejecutiva Federal aprobará hoy un borrador del nuevo reglamento de primarias por el que se regirá el partido en los próximos años y contiendas electorales. El documento que aún no es definitivo –pues queda a expensas de las matizaciones que incluyan las federaciones– y que se aprobará el sábado en el Comité Federal que se celebrará en Aranjuez (Madrid), rebaja considerablemente la implantación de las primarias abiertas. Estos procesos para la elección de candidatos tienen la especificidad de que, además de los militantes, pueden participar los simpatizantes: socialistas sin carné que acrediten vinculación ideológica al PSOE y abonen una cuota mínima. La resolución del 39º Congreso preveía que las primarias abiertas operarían «en los procesos de designación de candidatos y candidatas para concurrir a las distintas elecciones para las instituciones a todos los niveles». En estas bases normativas se defendían las primarias abiertas como «un avance cualitativo en la legitimación democrática de los candidatos y una prueba inequívoca del compromiso del PSOE de cambiar la forma de hacer y entender la política». Sin embargo, este compromiso ha decaído en parte, pues ahora serán las ejecutivas federal y autonómicas las que decidan el grado de participación del simpatizante. En cualquier caso, la elección del candidato a la Presidencia seguirá siendo abierta.
En lo que se restringe totalmente la implicación de los no afiliados es en los procesos de confección de listas electorales, a pesar de que en el Congreso Federal sí se aprobó su participación. Tampoco la participación de los militantes está asegurada y dependerá, de nuevo, de las direcciones que podrán establecer mecanismos de control para evitar posibles injerencias externas. Se mantiene prácticamente el esquema en el que las ejecutivas regionales vehiculaban las propuestas que hacían los militantes a través de asambleas y se permite la entrada en juego de fichajes estrella, pues la última palabra la seguirán teniendo los órganos superiores.
A pesar de que también se mantienen algunos de los avances en participación «marca Sánchez», fuentes de la dirección deslizan que los retrocesos respecto al texto aprobado en junio se deben a un afán de acercar posturas con las federaciones que se mostraron más críticas con estos presupuestos en el Congreso Federal.
«Un militante, un voto»
En julio de 2014, el PSOE acordó elegir a su secretario general por «un militante, un voto», el sistema por el que Sánchez fue escogido como líder de Ferraz, aunque fue Eduardo Madina quien reivindicó la frase: «Es mía, y vino para quedarse».
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