Negociaciones
Sánchez vende una «investidura posible» pero se niega a dar fecha
El Rey le designó candidato hace 14 días y el PSOE solo lo anunciará cuando el pacto esté «maduro». El apagón informativo incluye a Sumar, que no conoce los acuerdos con Junts o ERC
Silencio, se negocia. El mutismo es total y no se prevé una negociación radiada en los medios de comunicación porque de lo que se diga puede retrasar o echar por la borda los avances que a día de hoy se están produciendo. Hay apagón informativo en Moncloa y en el PSOE en lo que respecta a las negociaciones de Pedro Sánchez para sacar adelante su investidura y se apela a la discreción total para no perder el debate ante la «complejidad» de las negociaciones con los partidos independentistas. Tanto es así que fuentes de Sumar reconocen que no están en la negociación central y que no conocen los avances del PSOE con Junts o ERC.
Una vez pasada la escenografía que el PSOE quiso reflejar de Pedro Sánchez con todos los grupos parlamentarios, llega el momento de avanzar sobre el papel. En el partido se opta por evitar cualquier tipo de filtración sobre el acuerdo para la amnistía con los independentistas con el objetivo de que si no hay un acuerdo final, el desgaste del presidente sea de mínimos.
Es por eso que en público se evita dar ninguna señal del estado de las negociaciones y tan solo apela a la «dedicación y rigor» para conseguir la investidura a la par que se carga contra los populares por su denuncia de no poner fecha a su investidura. «Entiendo que el candidato frustrado tenga que aprender a canalizar su frustración. Se lo recomiendo porque se le va a hacer duro», dijo ayer la ministra portavoz, Isabel Rodríguez. En Moncloa se repite el mantra de que el presidente acordará solo «en el marco de la Constitución» y de que dará cuenta del pacto «con absoluta transparencia» si se llega al pacto.
Ayer, el presidente del Gobierno reunió en Ferraz a la comisión negociadora para dar cuenta de los avances tras sus reuniones con los grupos parlamentarios. Una cita en la que quiso trasladar «confianza en la negociación», según fuentes gubernamentales, que aseguran que la metodología que se está siguiendo en las negociaciones están dando «buenos resultados». En el Ejecutivo creen que el esquema según el que se están dando las negociaciones es positivo y aseguran que «las piezas encajarán». Tras la reunión, fuentes socialistas se mostraron optimistas y aseguraron que la investidura «es posible» a pesar de la «complejidad».
Y es que el reloj electoral, mientras, corre, y restan 41 días para que expire el plazo y se desconvoquen automáticamente las Cortes Generales y derive en unas nuevas elecciones. Plazo que el PSOE no prevé agotar pero, a la vez, se niega a desvelar la fecha de una investidura. Desde que el Rey propusiera a Pedro Sánchez como candidato a formar gobierno han pasado catorce días y el candidato socialista no ha logrado todavía que ningún grupo parlamentario oficialice su «sí» para arroparle en la investidura. Ni siquiera el de Sumar, su socio de Gobierno, quien reconoce que, de momento, no se ha avanzado nada en la negociación sobre los contenidos del futuro pacto programático de la coalición. Fuentes socialistas aseguran que el presidente del Gobierno en funciones tan solo avanzará la fecha cuando el pacto con los independentistas «esté maduro». Es decir, el presidente no pretende hablar con la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, –que es quien debe fijar la fecha del proceso– de momento.
El hecho de que el presidente no anuncie la fecha es un gesto anómalo en democracia y ha sido denunciado por el PP, que acusa a los socialistas de «secuestrar el Congreso». Contrasta con la celeridad con la que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, anunció la fecha de investidura del candidato Alberto Núñez Feijóo, solo un día después de su designación por parte del Rey. Ahora, fuentes cercanas a la presidenta de la Cámara Baja se justifican en que entonces había que iniciar el proceso y que ahora ya no es necesario porque ya hay una fecha tope, la del 27 de noviembre. En 2016, la presidenta del Congreso Ana Pastor, tardó 20 días en anunciar la fecha de la investidura para el entonces candidato popular, Mariano Rajoy. Batió entonces el récord en tiempo de espera, superando los 17 días que tardó Federico Trillo en 1996 para anunciar cuándo se sometería a investidura José María Aznar.
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