Caso Nóos
«Se puso muy nervioso cuando se le preguntó por los paraísos fiscales»
Torres no supo explicar el origen de sus 900.000 euros en Luxemburgo
Durante sus ocho horas de declaración Diego Torres también tuvo tiempo, entre correo y correo, para intentar defenderse de las imputaciones que pesan sobre él (algo que no había hecho ante el juez desde hace año y medio, cuando ni siquiera Iñaki Urdangarín estaba imputado). El ex socio del duque de Palma trató de «diluir su propia responsabilidad» –aseguran fuentes presentes en su comparecencia– argumentando que «cómo iba a pensar que su labor era ilegítima si cada paso que daba estaba tutelado por la Casa Real». Pero su testimonio sí que sirvió, añaden esas mismas fuentes, para apuntalar la versión de las acusaciones de que Urdangarín estuvo vinculado al Instituto Nóos hasta mediados de 2008 (como declaró el también imputado Miguel Zorío), muchos meses después de que se alejara formalmente del instituto tras la advertencia de la Casa Real. Torres se puso «muy nervioso» cuando la Fiscalía Anticorrupción le preguntó por las sociedades fiduciarias de Belice (Bloosom Hill) y Londres (De Goes), supuestamente utilizadas por Nóos para evadir parte de sus beneficios. «Se quedó en blanco», aseguran. El imputado –que negó la existencia de cruce de facturas– contó al instructor que en Nóos cada uno cumplía su papel «según su grado de conocimiento», reiterando que eran tanto el duque de Palma como él mismo quienes «tomaban las decisiones», una versión que ha sido corroborada por varios ex trabajadores y proveedores de Nóos a lo largo de la instrucción.
Además de correos, aportó al instructor algunos dossieres sobre su participación en la promoción de la candidatura de Madrid 2016, por la que Nóos percibió 120.000 euros sin justificación documental. Se trata de unas jornadas en las que participó en septiembre de 2007 en el Club de Campo de Madrid, un mes antes de que se firmara el convenio con la oficina olímpica. En relación a este asunto, descargó en su antiguo socio las gestiones con Madrid 2016. Respecto a los 900.000 euros bloqueados por el juez en una cuenta del Credit Suisse de Luxemburgo a su nombre y el de su mujer, Torres «se trastabilló» al intentar explicar que los 300.000 euros de una cuenta andorrana que, en el verano de 2011, decidió transferir a Luxemburgo (para sortear, dijo, «las turbulencias del sistema financiero andorrano») provenían «de sus ahorros». De los otros 600.000 no supo explicar su origen y se limitó a apuntar que correspondían «a servicios prestados por De Goes al Instituto Nóos». Su esposa Ana María Tejeira, en una hora de declaración, se limitó a rechazar todo y a señalar la responsabilidad de su marido.
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