Política

Siete de cada diez indecisos decantaron su voto tras los debates electorales

Rivera ganó los debates con un corto margen por encima de Casado e Iglesias, que empataron. Sánchez fue el menos creíble a juicio de los espectadores.

Siete de cada diez indecisos decantaron su voto tras los debates electorales
Siete de cada diez indecisos decantaron su voto tras los debates electoraleslarazon

Rivera ganó los debates con un corto margen por encima de Casado e Iglesias, que empataron. Sánchez fue el menos creíble a juicio de los espectadores.

Campo privilegiado a la especulación de los politólogos, el análisis a posteriori de los dos trascendentales citas televisivas de esta semana se presta a reflexiones de todo tipo que no siempre coinciden con los estudios de carácter demoscópico, más relevantes a apenas 3 días de las elecciones. La encuesta encargada por LA RAZÓN a NC Report da como ganador al candidato que eligió una puesta en escena más agresiva durante las dos citas electorales, Albert Rivera. Un 30% de los encuestados le da como ganador seguido muy de cerca por Pablo Casado y Pablo Iglesias, que han quedado empatados con un 25,7%. El peor valorado por los participantes en la encuesta fue el presidente del Gobierno, precisamente el candidato que más tenía que perder al ir encabezando todas las encuestas. Pedro Sánchez fue el líder político que mejor lo hizo solo para un 18,6% de los encuestados.

Es ya un lugar común entre los expertos señalar la creciente importancia que tienen los debates electorales después de que el sistema de partidos mutara durante el pasado ciclo electoral. El resultado del sondeo tras el debate parece confirmar esta manera de pensar, ya que nada menos que el 9,3% de los encuestados reconoció que ha cambiado el sentido de su voto tras dos debates que han marcado la recta final de la campaña de las generales. El dato es especialmente relevante cuando se piensa que según la macroencuesta electoral publicada por el CIS al comienzo de la campaña eran un 25,3% de los encuestados los que aún no había decidido a qué partido votar. Si a esta cifra se le suma el número de los que no quisieron contestar a la pregunta y los que contestaron que «no saben» la cifra sube hasta el 41,6%, es decir, más de cuatro millones de electores que podrían cambiar drásticamente el resultado de las legislativas.

En la encuesta encargada por LA RAZÓN un 73,7% afirmó que los dos debates no le han hecho cambiar el sentido de su voto pero, significativamente, casi un quinto (19,3%) de los encuestados no contesto directamente a esta pregunta y se «refugió» en el «no sabe/no contesta».

Poco puede sorprender, por tanto, que ante la pregunta directa de «si sigue indeciso», un 71,4% contestara «no» y hasta un 17,3% reconociera que aún no tiene claro el sentido de su voto. Parece pertinente recordar en este momento la opinión del sociólogo Amando de Miguel y su escepticismo respecto al concepto de «indeciso» ya que este epígrafe oculta en muchas ocasiones, más que voto dudoso, voto oculto; un aspecto que debe hacer reflexionar cuando se piensa que estos comicios son los primeros en los que se presenta Vox.

Especialmente relevante es el resultado que arrojó la pregunta «¿Qué candidato tuvo un tono más presidencial?». Sorprendentemente, el líder político que menos tiempo lleva al frente de su partido y el único que no fue candidato en el anterior ciclo electoral, Pablo Casado, fue el que más imagen presidencial proyectó durante los debates. Más significativamente aún es el peor valorado por los encuestados: Pedro Sánchez. Es decir, precisamente el presidente fue el menos presidencial, ya que solo el 18,6% contestó con su nombre a esta pregunta, frente a un 31,4% de Casado, un 28,6% de Iglesias y un 21,4% de Albert Rivera.

El resultado fue mucho más parejo cuando se preguntó a los encuestados sobre qué candidato fue el que tuvo un discurso más creíble. Todo parece indicar que el tono docente que asumió Pablo Iglesias le ha dado resultado: él fue el líder mejor valorado en este capítulo de la encuesta con un 28,4%, seguido de Rivera con un 27% y Casado con un 25,7%. Los asesores de Sánchez tuvieron razón cuando le desaconsejaron participar en debates al ser el que más tenía que perder ya que, según la encuesta, solo un 18,9% le percibió como el más creíble.

El actual presidente salió ganador en el apartado en el que se inquirió sobre el candidato que gustó menos. Un 32,4% citó su nombre al contestar a esta pregunta frente a un 28,4% que nombró a Rivera, un 20,3% a Iglesias y un 18,9% al candidato del Partido Popular. Por último, el tanto por ciento más alto de toda la encuesta (41,7%) se lo llevó Rivera en el apartado de quién fue el más bronco. El más templado fue para los encuestados Pablo Casado (8.3%) seguido de cerca por el líder de Podemos con un 9,7%.