Presos

Sortu y la humillación a las víctimas

La formación proetarra eligió como secretario general a Arnaldo Otegi, preso en la cárcel de Logroño
La formación proetarra eligió como secretario general a Arnaldo Otegi, preso en la cárcel de Logroñolarazon

Este fin de semana es trágico para las víctimas del terrorismo, para la democracia y para el Estado de Derecho. El punto de partida de Sortu supone también el final de una esperanza para aquellos que llevamos ya varios años pidiendo justicia y la aplicación de la Ley de Partidos para una formación que sólo es una cosa: ETA en estado puro, sin máscaras ni disfraces. Todo ha sido parte de una estrategia bien llevada a cabo por la banda terrorista y todos aquellos políticos que le dieron credibilidad y fuerza. Primero Bildu y Amaiur hicieron lo mínimo posible para sortear la Ley de Partidos. Pero ni siquiera Bildu y Amaiur han sido capaces de condenar el terrorismo. Va en contra de su naturaleza criminal. Bajo esas siglas, ETA abrió la puerta de las instituciones. Llegó a ayuntamientos, al Parlamento Vasco, al Congreso de los Diputados y al Senado. No olvidemos que un senador recientemente nombrado por EH Bildu está imputado por pertenecer a ETA. Eso es trágico porque supone que el discurso político de los terroristas y sus amigos ha sorteado las leyes y se ha colado en las mismas instituciones que han atacado durante décadas. En 2013, aquellos que jaleaban, aplaudían y brindaban con cada uno de los asesinatos de ETA están sentados en unos escaños que, por mucho que algunos se empeñen en negarlo, siguen manchados con la sangre de más de 800 asesinados y miles de heridos. Es inmoral. Es antidemocrático. Pero, y aunque suene vergonzoso decirlo, todo vale con tal de pasar página y que los terroristas estén contentos. Sortu es el acto de chulería definitivo de ETA porque sabe que está ganando la partida. Sortu es Batasuna. Para ser legalizados, pusieron caras desconocidas. Y los políticos les creyeron. Ahora, vuelven los de siempre. Los mismos que fueron condenados e imputados por pertenencia a ETA. Las mismas caras. Las mismas sonrisas criminales y miradas de odio. Los que JAMÁS han condenado uno solo de los atentados de ETA y se enorgullecen de esa acción criminal.

Algo huele a podrido cuando son los terroristas los que día a día ganan privilegios gracias a la dejadez política, que ha sido la que ha permitido que estemos en esta terrible situación. Y cuando ETA es la que gana, somos las víctimas las que perdemos. Porque cuando estábamos cerca de lograr la derrota de los terroristas, se empezó a privilegiar a ETA y, en ese triste momento, empezó a reabrirse nuestra herida y parece que no va a tener cura. Ya no se derrota a ETA, ahora se humilla a las víctimas del terrorismo.