«Soy inocente. Viajé por motivos humanitarios, nadie me envió»

Sus primeras palabras en España fueron de agradecimiento. Tanto Ángel Carromero como su familia no dudaron en dar las gracias al Gobierno español por sus gestiones con Cuba para que el dirigente de Nuevas Generaciones regresara a España y dejaron muy claro que ni habrá contrapartidas ni tendrá un trato de favor por ser del Partido Popular.

Dicho esto, y después de aclarar una serie de aspectos relacionados con su viaje y el accidente, Carromero también pudo realizar en prisión una llamada. Y, pese a que lo normal hubiese sido telefonear a algún familiar, decidió llamar a Carlos, el hermano de Oswaldo Payá que reside en España para preguntarle por la viuda del disidente cubano.

En relación con esas aclaraciones, tanto el propio Carromero como sus familiares aseguraron que no fue enviado por nadie a Cuba, sino que viajó por «motivos humanitarios para visitar a los disidentes cubanos», algo que éstos agradecían mucho. Según explicaron fuentes cercanas a su familia, se encontraba en el mismo coche que Oswaldo Payá porque le estaba trasladando a ver a otros disidentes. Sin embargo, ya en España, más tranquilo y sin presiones de ningún tipo, quiso reiterar que era «inocente».

Lo que sí sorprendió al dirigente de Nuevas Generaciones son las numerosas informaciones publicadas sobre si tenía o no carné de conducir. El propio Carromero confirmó que lo tenía «vigente hasta el 5 de octubre» y detalló que todas las sanciones de tráfico que acumulaba eran administrativas por mal aparcamiento y que tan sólo dos eran por otros motivos. Una de ellas, por conducir hablando por el teléfono móvil y otra por exceso de velocidad, en la que le quitaron más puntos de los habituales al tratarse de un conductor novel y no por superar aún más el límite establecido.

Eso sí, también quiso dejar claro que el coche no es exclusivamente suyo, ya que también lo utilizan, y bastante, tanto su hermano como su padre.

Tras estas afirmaciones de un Carromero muy emocionado por estar ya en suelo español, lo único que pidió a los periodistas y a la sociedad es respeto para su familia, la cual ha estado más de cinco meses en vilo a causa de su detención y condena. Ahora, lo único que quiere es recuperar su vida cuanto antes.