Tenso cara a cara entre Fernández Díaz y Madina

Duro debate el que ayer libraron el ministro del Interior y el secretario general del Grupo Socialista, Eduardo Madina, a cuenta de la ley de seguridad ciudadana que llega mañana a la mesa del Consejo de Ministros. El socialista acusó a Jorge Fernández Díaz de provocar una «involución democrática» y de vivir y hacer querer vivir a toda la sociedad «en el universo del miedo». «Ustedes producen miedo», espetó el diputado vasco en la primera parte de su interpelación antes de anunciar que si el PSOE vuelve al Gobierno derogará el texto y advertir de que la norma puede traer «la mayor oleada de protestas callejeras de la historia de la democracia» y de que los socialistas estarán en ellas. «Pesadilla ideológica», «intentona antidemocrática» o «ley de represión ciudadana» fueron algunas de las expresiones que empleó el diputado vasco para referirse al anteproyecto de ley que maneja el Gobierno. Fernández Díaz le acusó de decir «tonterías, barbaridades y ridiculeces», además de censurarle lo que entendió como una «falta de respeto». «¿Quién se ha creído que es usted?, ¿a quién pretende impresionar? No nos da miedo el señor Madina», le retó.

La tensión hizo que el ministro recurriese en varias ocasiones a Jesús Posada para solicitar la protección de la Presidencia ante las interrupciones. «El respeto al derecho a la libertad de expresión se demuestra con hechos, no con palabras», enfatizó Fernández Díaz, quien auguró que acabará «pidiendo perdón». Lejos de arredrarse, Madina le replicó: «Que usted haya perdido los papeles no quiere decir que yo no los haya encontrado: ésta es su ley. Que usted tenga miedo no quiere decir que yo le tenga miedo», sentenció. El ministro le recordó que la cuantía de las sanciones por manifestaciones frente al Congreso se mantendrá en los mismos términos que constan en la actual Ley de Seguridad aprobada en 1992 por un Gobierno socialista y que en 2007 el Ejecutivo de Zapatero aprobara una Ley contra la violencia en el Deporte que contempla multas de hasta 650.000 euros. «¿Considera que tiene más derecho un ciudadano de estar más protegido en un estadio que un ciudadano en la calle o que en la sede de la soberanía nacional?», concluyó para cerrar el tenso duelo.