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Torrent, president del Parlament con los votos de los diputados presos

Apuesta en su discurso por «coser» Cataluña y recuperar las instituciones tras el 155.

Roger Torrent, posa durante el Pleno en el Parlament
Roger Torrent, posa durante el Pleno en el Parlamentlarazon

Apuesta en su discurso por «coser» Cataluña y recuperar las instituciones tras el 155.

Aunque la sesión constitutiva del Parlament arrancó ayer con reminiscencias de la pasada legislatura tras una lectura torcida del reglamento para permitir la delegación del voto de los tres diputados presos, el nuevo presidente de la Cámara catalana, Roger Torrent (ERC), trató de pasar página rápidamente y entonó un discurso inaugural integrador y conciliador. Tanto es así, que suscitó las enfurecidas críticas de la CUP y alguna alabanza del PP, mientras que Podemos facilitó en gran medida su nombramiento, al votar en blanco los nueve diputados de los comunes.Torrent (38 años, Sarrià de Ter), muy cercano a Marta Rovira, abrió un hilo de esperanza para el cambio en la política catalana con una alocución que vino a plasmar la estrategia de su partido para los años venideros: distensión, recuperar las instituciones tras la aplicación del 155 y tratar de acumular fuerza con políticas sociales.

En toda una declaración de intenciones, Torrent evitó toda alusión al 1-O y a la declaración de la independencia –incluso en Twitter se apresuró a cambiar su estado de «diputado de la república catalana» a «15 president del Parlament»– y apostó por la construcción y el entendimiento. En este sentido, llegó a reconocer la necesidad por «recoser» a la sociedad catalana tras los años de «procés» y para ello reclamó a todo el arco parlamentario devolver el «diálogo» al centro de la política catalana y pidió la «confianza» tanto de aquellos que le votaron para ser presidente del hemiciclo como aquellos que no.

Tras hacer un breve recordatorio a los diputados presos y fugados, Torrent también tuvo un mensaje velado para Carles Puigdemont, quien se va a convertir en su primer quebradero de cabeza. En línea con el discurso que tuvo días atrás Artur Mas en su despedida del PDeCAT, el dirigente de Esquerra quiso poner de rieleve su cualidad de presidente más joven de la historia del Parlament para subrayar que esa condición no responde al «azar» sino al «síntoma de un relevo natural y necesario en los espacios de decisión y responsabilidad política. El país avanza en este sentido, lo tiene que hacer».

De esta manera, estas palabras alimentan todavía más las sospechas de que el horizonte de Puigdemont para alcanzar la Generalitat se ennegrece con Torrent. Y es que, precisamente él, ha sido de las voces en Esquerra que más énfasis ha puesto para usar a los letrados del Parlament como escudo para evitar una investidura telemática. Por lo pronto, hoy estrenará el cargo con la primera reunión de la Mesa, y el primer debate de investidura se celebrará el próximo 31 de enero.

También forma parte de los derroteros de Esquerra poner el acento en las políticas sociales durante los próximos años, como base argumental para ampliar la base independentista. Por ello, pidió que la Cámara catalana se convierta en una herramienta útil para el «progreso» de todas aquellas personas que más han sufrido la última crisis económica y poner freno a la desigualdades.