El desafío independentista
Traición a España
La fecha del referéndum, principal escollo que impidió cerrar ayer el pacto CiU-ERC. Mas y Junqueras, que estuvieron reunidos durante cuatro horas, negocian los últimos flecos del acuerdo para la «transición nacional»
La experiencia es la madre de la ciencia», dice el refranero popular, y en ella, ha confiado ERC a la hora de negociar el acuerdo que permitirá que Artur Mas sea investido presidente de la Generalitat, el próximo viernes. Después de comprobar, durante la anterior legislatura, que CiU incumplió los acuerdos a los que había llegado con el PP para poder sacar adelante los presupuestos de 2011 y 2012, a los republicanos no les bastaba un apretón de manos de Mas para cerrar el pacto que garantiza a CiU estabilidad para gobernar y a ERC, poner rumbo hacia la independencia. El presidente de ERC, Oriol Junqueras, se entestó en dejar por escrito «todos» los compromisos que ha obtenido de la negociación con CiU, lo que añadió «tensión» al diálogo, según admitieron miembros del equipo negociador, sobre todo entre Esquerra y Unió. Y «todos» incluye el calendario sobre cómo y cuándo se celebrará el referéndum de autodeterminación. La falta de concreción en este punto impidió que Mas y Junqueras se fueran ayer a dormir sin haber rubricado un pacto global. Aunque la portavoz de unió, Marta Llorens, negara que no es verdad que sólo la fecha de la consulta obstaculice el pacto. De momento, sólo hay acuerdo para facilitar la investidura de Mas.
Teniendo en cuenta su ADN, que ERC es de izquierdas, que CiU es de derechas, y que sintonizan en su apuesta soberanista, se preveía más complicado concretar las demandas de los republicanos en el terreno económico, que la hoja de ruta de la «transición nacional». Sin embargo, cerraron antes la parte económica del acuerdo, que la nacional.
Durante las cuatro horas que duró la reunión entre los máximos dirigentes de CiU y ERC en el Palau de la Generalitat, Mas y Junqueras no encontraron la fórmula para concretar la fecha de la consulta sin que la federación nacionalista tenga que comprometerse a convocarla «sine qua non». Ambos se emplazaron a seguir dialogando hoy para cerrar un «acuerdo global» antes de la celebración de los consejos nacionales de CDC, ERC y Unió, que debían ratificar el acuerdo. Sin embargo, pintan bastos. «Acabamos dos semanas de intensas negociaciones sin acuerdo con CiU. Sensación de fracaso. Ni consulta ni pacto. Seguiremos...», decía en tuit el republicano Lluís Salvadó. «Seguiremos hablando, pero aún quedan puntos para acordar, entre otros el calendario sobre cómo y cuándo haremos la consulta», escribió Junqueras. Francesc Iglèsies, negociador, por parte de ERC, de la comisión económica, fue más allá, y pió: «Primer roud: Duran 1-Catalunya 0».
Antes de recibir a Junqueras, Mas estuvo reunido una hora y media con el líder de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, reacio a firmar una hoja de ruta hacia la independencia y a aumentar la presión fiscal a las clases medias. CiU ha aceptado casi todas las propuestas que los republicanos pusieron sobre la mesa dirigidas a subir impuestos y crear nuevos tributos para recaudar 1.000 millones de euros más de lo previsto, con la intención de reducir los recortes un 25 por ciento y vender a su electorado la imposición de un «giro social».
Habrá subida de impuestos y creación de nuevas figuras tributarias como sucesiones y aumento del de patrimonio.
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