Traiciones, 'tuits' y luchas de poder: Podemos no consigue superar la resaca del 26-J

Altos cargos de Podemos contemplan con preocupación el choque de trenes exhibido esta semana entre el secretario general de la formación, Pablo Iglesias, y el secretario político, Iñigo Errejón. El tándem Iglesias-Errejón, que ya se resintió meses atrás ante una primera gran crisis en el seno del partido en Madrid, descarriló días atrás cuando el número dos de la formación replicó los argumentos de un mitin del primero. La polémica en la que terciaron otros dirigentes y militantes influyentes volvió a agitar las aguas de un partido que cuenta en su seno con tensiones que llevan aflorando durante todo el mes de septiembre.

Como suele ser habitual en Podemos, la versión y el discurso oficial difieren de las realidades vividas en la tramoya del partido morado. Los debates abiertos de la “nueva política”, como se pretende camuflar las discusiones, tienen poco que ver con lo que se cuece en su interior. Esta vez hasta el propio Iglesias ha dejado transparentar su malestar con una situación que comenzó a principios de mes. Justo en el momento en que Tania Sánchez y Rita Maestre, junto a José Manuel López, presentaron una candidatura 'alternativa' para dirigir la federación madrileña de Podemos.

“Habría preferido no enterarme por la prensa”, aseguró el pasado jueves Iglesias en una entrevista a 'Al Rojo Vivo' en laSexta respecto a la presentación de Adelante Podemos. “Se podría haber buscado otro momento”, declaró sobre el tuit de Errejón que avivó la polémica sobre la concepción de Podemos, el gran caballo de batalla de un partido con apenas dos años y medio de vida.

'Traiciones' y extrañas alianzas

La candidatura auspiciada por Sánchez, Maestre y López cayó como una bomba en el entorno de Iglesias, cogido de sorpresa por el anuncio. En la “Corte del Rey Loco”, como llaman los críticos al núcleo duro del secretario general, la valoración fue rápida e inmediata: de los tres cabecillas, dos -Maestre y López- estaban claramente vinculados a Errejón. A partir de ahí, el número dos de Podemos, por cuestiones políticas y personales, quedaba en una situación comprometida. “Es difícil pensar que Errejón no supiera nada. Y si no lo sabía es casi peor todavía”, señalan fuentes de Podemos.

Lo pintoresco del caso es que muchos vieron confirmado un análisis pasado de Errejón: la ambición de la exdirigente de Izquierda Unida (IU) Tania Sánchez, que se colocaba así frente al 'oficialismo' de Iglesias. La presencia de Sánchez como promotora de Adelante Podemos fue tomada como una ofensa por parte de algunos leales a Iglesias, que recordaron cómo el secretario general 'rescató' a su expareja sentimental y la situó en un puesto con entrada en el Congreso de los Diputados tanto en el 20-D como en el 26-J.

Su influencia llegó hasta el punto de colocar a una colaboradora, Paz Vaello, como responsable de prensa de Iglesias junto a la periodista Laura Casielles. Vaello, situada por recomendación de Sánchez en el corazón del 'pablismo', fue cesada tras conocerse su implicación en la candidatura 'alternativa' madrileña, tal y como informó LA RAZÓN.

La apelación a los cambios de alianzas de 'Juego de Tronos', aunque manoseada, fue más real que nunca: en Podemos no se olvidan las turbulentas reuniones que tuvieron lugar en los meses previos a las elecciones autonómicas de 2015 cuando Sánchez y sus fieles, agrupados en Convocatoria por Madrid (CxM), tuvieron que vencer la resistencia de Errejón a su entrada en el partido morado. De ahí que ahora cause estupor ver cómo la flamante diputada de Podemos en la Cámara Baja -donde, por su experiencia previa como diputada autonómica madrileña, se mueve con mayor soltura que el resto de sus compañeros- va de la mano de dos personas tan ligadas al secretario político.

El escozor del 26-J

Mientras tanto, tanto Iglesias como Errejón intentan apagar el incendio generado por una bronca que se les ha ido de las manos y que ha permitido alinear a efectivos de uno y otro bando. Dirigentes del partido morado consideran que algunas de las críticas y reflexiones del secretario político están plenamente justificadas a la luz de los resultados cosechados en el 26-J. El único 'pero' está en el momento elegido: en plena campaña electoral para los comicios en Galicia y País Vasco.

La conjunción Unidos Podemos no sólo no mejoró los votos obtenidos en el 20-D, sino que desarboló la célebre “remontada” de los comicios de diciembre al no conseguir igualarlos y mucho menos incrementarlos. Desde entonces Iglesias se encuentra a la defensiva con dicha cuestión. El secretario general de Podemos sabe que le achacan la iniciativa y no faltan quienes la explican como una forma de sacarse la espina de los tiempos en que intentó hacerse con el poder en IU y no lo consiguió.

Para muestra un botón: tras las elecciones algunos periodistas pudieron ver cómo análisis 'críticos' con la estrategia de Iglesias eran retuiteados o compartidos en las redes sociales por parte de integrantes del partido ligados a Errejón. Y no precisamente para darles la réplica.

Pero el escozor con los resultados no lo explica todo. Desde las filas de Podemos apuntan también a un desastre en la formulación de las líneas de actuación del partido y en un caos interno del que da ejemplo Madrid, donde la actuación de Luis Alegre -alineado con Iglesias- como secretario general ya dio lugar a la primera rebelión de 'errejonistas'. “El pasado mes de marzo se podía alegar que era un choque entre equipos pero lo de ahora ha sido cosa suya”, acusan afines al 'pablismo' sobre la “guerra de los tuits”.

Posiciones para un nuevo Vistalegre

En todo caso, la situación es analizada incluso como una toma de posiciones por parte de la gente más ligada a Errejón de cara a posibles cambios internos en Podemos. Un escenario que Iglesias lleva contemplando desde hace tiempo y que se ha retrasado, en gran medida, a causa de la situación política.

Fuentes de Podemos señalan que el secretario general estaría dispuesto a poner en marcha un proceso interno en ese sentido, auspiciado también por el secretario de Organización, Pablo Echenique. Tanto uno como otro valoran la necesidad de adecuar las estructuras del partido a una realidad política mucho más compleja al estimar que el organigrama salido de Vistalegre en el otoño de 2014 no responde a lo que se le exige.

La posible 'refundación' de Podemos es un asunto que ha estado en liza desde hace meses. El problema estriba en que los cambios podrían acabar con algunos cargos que hasta el momento han estado en manos de gentes vinculadas a Errejón. Y es que la fuerza del secretario político de Podemos ha estado en haber situado a personas de confianza en puestos de la 'fontanería' del partido.