El Supremo tramita la primera querella contra Andreu por el «caso Emperador»

Era algo que se intuía, máxime después de que el Consejo General del Poder Judicial archivara la queja de Gao Ping, principal implicado en el «caso Emperador», relacionado con blanqueo de capitales vinculado a la «mafia china», contra el juez Fernando Andreu, que fue quien dirigió la operación que desarticuló esa trama. Esa queja se presentó después de que la Sección Tercera de la Audiencia Nacional, presidida por Alfonso Guevara, ordenara la libertad de los encarcelados en ese procedimiento al entender que el juez sobrepasó el plazo máximo de 72 horas antes de que pasaran a disposición judicial, por lo que la prórroga de la detención no se ajustó a la legalidad.

Ahora, una de la principales implicadas, Zhu Xiaoshuang, ha presentado una querella ante la Sala Penal del Tribunal Supremo contra el juez Andreu y los fiscales Anticorrupción José Grinda y Juan José Rosa, a los que acusa de veinte delitos contra la libertad individual, relacionados con las órdenes de prisión que fueron anuladas por la Sala Penal. El delito que se les imputa está castigado con la pena de inhabilitación especial para cargo público de dos a seis años.

El ponente de la tramitación de la querella es el presidente de la Sala Penal, Joaquín Saavedra, quien, tal como es preceptivo y antes de decidir si la admite o no a trámite, ha solicitado informe al Ministerio Fiscal sobre el fondo de los hechos, es decir, si considera que se ha podido incurrir en los delitos señalados, y en la competencia. En este último punto, no hay ninguna duda, ya que el órgano encargado de tramitar la querella contra los magistrados de la Audiencia Nacional es el Tribunal Supremo.

En cuanto al fondo de los hechos, la Fiscalía informará en contra, ya que en todo momento ha sostenido la legalidad de las actuaciones.

En distintos informes policiales se pone de manifiesto cómo las intervenciones telefónicas han podido determinar, al menos presuntamente, que Zhu Xiaoshuang «estaría blanqueando dinero recibido» de otro de los imputados, «para su posterior transferencia a China». Así, en una de esas grabaciones, confirma a su interlocutor que «sólo ha enviado 2,9 (millones de euros) a Hong Kong». Andreu la encarceló, entre otros delitos, por blanqueo de capitales.