Ciudadanos

Un electorado derechizado

En los últimos dos años, Ciudadanos se ha alejado del votante del PSOE y ha puesto el ojo en los de PP y Vox.

Un electorado derechizado
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En los últimos dos años, Ciudadanos se ha alejado del votante del PSOE y ha puesto el ojo en los de PP y Vox.

Tras el movimiento de los indignados del 15-M de 2011, España se encuentra inmersa en una convulsión política, social y electoral. El bipartidismo comienza a dar las primeras señales de crisis y es especialmente cuestionado por los votantes españoles más jóvenes. Prueba de ello es que en las elecciones generales de junio de 2016, el partido de Albert Rivera obtiene el 13,1 por ciento de los votos, mientras que el PP se tuvo que conformar con apenas el 33 por ciento del voto. Y eso que en 2011 había conseguido hacerse con el 44,6 por ciento de los sufragios, es decir, 11,6 puntos menos en apenas cinco años.

En aquellas elecciones generales del 26-J de 2016, que fueron una repetición de las de diciembre 2015, el PP vuelve a demostrar que es el líder indiscutible del centro derecha, aunque Ciudadanos le haya sustraído ya el 28,6 por ciento del votante del espectro de centro derecha.

Pero al llegar al segundo semestre de 2016, los populares se recuperan mientras que la formación naranja retrocede. De tal modo que al finalizar 2016 el PP consigue alcanzar el 37 por ciento del voto y, consecuentemente, los de Rivera sólo pueden observar como han caído hasta el 11,3 por ciento de papeletas. Pero, pese a todo, febrero de 2017 nos reserva una jugada estratégica de los naranjas con el objetivo de revertir la situación.

En el congreso de Ciudadanos se decide mutar de socialdemócratas a liberales y la política pasiva previa, la que se dirigía a recoger los votos que le llegaban desde el PP y el PSOE, se pasa a una acción electoral activa con el único objetivo de erosionar a los populares, donde se percibe mayor capacidad de desgaste y de beneficio electoral. El conseguir voto del PSOE pasa a partir de ahora a ser un objetivo secundario. La prioridad desde ese momento será disputar a los populares al tan ansiado votante de centro derecha español.

Y llegamos a abril, cuando comienzan a recolectarse los primeros frutos sembrados por los naranjas. El PP empieza a ver como se desploma en todas las encuestas, al mismo tiempo que Albert Rivera y los suyos inician su escalada. Son vasos perfectamente comunicantes, puesto que las pérdidas de unos son ganancias para los otros. De hecho, entre abril de 2017 y mayo de 2018, Ciudadanos pasó del 11,8 por ciento al 24,4 por ciento, mientras que el PP cayó del 37 por ciento al 25,6 por ciento del voto.

La moción de censura contra Mariano Rajoy pondrá punto y final a este proceso de igualación de ambas fuerzas del centro derecha.

Llegamos al verano con un empate entre las dos fuerzas del centro derecha. Albert Rivera está satisfecho. Pero el PP reacciona en julio con la elección de Pablo Casado como nuevo presidente del partido en sustitución del ex presidente del Gobierno Mariano Rajoy.

No obstante, la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa y la irrupción de Vox pasará factura a las dos formaciones del centro derecha.

Ciudadanos comienza a perder todo lo que ha conseguido en apenas un año, regresando a los niveles en los que se movía a finales del año 2017, esto es, al 18 por ciento del voto. En este nuevo contexto, el gran beneficiado de todos ahora será Vox, que acabaría el pasado año 2018 cosechando el 8,7 por ciento de los votos.

Tal y como se desprende del barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de febrero del pasado 2017, el cual prácticamente coincide en el tiempo con la renuncia a la socialdemocracia de Ciudadanos, los votantes naranjas se situaban entonces en el punto 5,2 (1 sería izquierda y 10, derecha), es decir, en el más cercano a la izquierda que ha registrado. Dos años después, en 2019, ya se autodefinen en el punto 5,5, el más alejado de la izquierda contabilizado por los barómetros del CIS desde el año 2016. En estos dos años de viaje al centro derecha, el electorado de Ciudadanos se ha ido derechizando y, al mismo tiempo, se ha ido alejando del votante del PSOE para tomar el camino contrario e ir acercándose poco a poco al del PP y Vox.